Barakaldo, 1 abr 2025 . El parque de la ribera en el barrio de Desierto acoge los fines de semana del 5 y 6 y del 12 y 13 de abril un programa de actividades "familiares" con motivo de la apertura al público, con meses de retraso , de la fase 1 de este espacio, en el que ya se llevan gastados 8,5 millones sin haber empezado la segunda fase. En concreto, el Ayuntamiento ha anunciado visitas teatralizadas, "goming" ( sic ), juegos de madera, talleres de skate y de deportes rurales vascos, y una discoteca.
Los 'bichos' echan a la barakaldesa Sarai Gustrán del concurso 'El conquistador del fin del mundo'
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• Sucumbe ante la prueba de comer insectos vivos y pierde el 'duelo' • La joven vecina de El Regato tiene 21 años y es estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones • Practica snowboard, natación y una modalidad de lucha llamada muay thai •
La 'gastronomía' natural de la selva de Iguazú —entre Argentina y Paraguay— ha dejado a la vecina de El Regato Sarai Gustrán fuera de juego en el episodio 16 del concurso de Euskal Telebista 'El conquistador del fin del mundo'. Tras semanas de penalidades en la Patagonia argentina, la barakaldesa ha tenido que abandonar el espacio —justo en el comienzo de la fase final individual— por sus escrúpulos para comer… aunque no era cualquier comida. El presentador, Julián Lantzi, lo advirtió desde el comienzo: "Lo que viene va a ser de traca".
>> vídeo de la prueba de comida >>
La prueba de inmunidad, que determina quién puede ser expulsado, consistía en comer animales vivos, demasiado para la de El Regato. El primer concursante se enfrenta a un gusano, después lombrices, llegan "pececitos" vivos —Gustrán resopla—, "¡Una chocolatina!". La de la anteiglesia se enfrenta a su turno: "¡Es gigante!". Un pequeño pez se escapa entre los dedos. "¿Y si la cabeza no me la como?" Todo, exige Lantzi. "¡Que no puedo!" Arcadas y lágrimas, pero lo consigue. Un chupito de aguardiente de 50 grados ayuda a olvidar el sabor.
Pasado el trago, la risa nerviosa se apodera de ella mientras Isabel hace esfuerzos para tragar dos cucarachas. Sarai Gustrán no sabe lo que se le viene encima. Al levantar la tapa que oculta el 'manjar' se confirma el peor de sus temores: sí, cucarachas. Por ahí no va a pasar. La negativa es rotunda y, al perder, sólo le queda disputar el duelo que señala al expulsado. Frente a Ibon y Patxi, la joven poco puede hacer en la escalada de la palmera en busca de un coco, menos aún cuando uno de ellos se desprende y directamente le golpea en la cabeza, cubierta por el casco. "La selva ha podido conmigo".