El grupo municipal del PNV regresó este jueves a la normalidad en el pleno del Ayuntamiento después el episodio de la última semana de julio en la que uno de los ediles —José Antonio Álvarez Quiroga— nacionalistas
se separó físicamente de sus compañeros tras una semana en la que el corporativo también había abanadonado el despacho municipal para trabajar en la sala ocupada por Izquierda Unida. La situación fue definida por el PSE como el "
desmoronamiento" del Partido Nacionalista, pero la ejecutiva local y de Bizkaia del
PNV negó "disensiones internas" y anunció su respaldo sin fisuras a la portavoz Amaia del Campo mientras Álvarez Quiroga, sin explicar su desplante,
aseguró que no abandonaba la disciplina de su formación.
