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Una contrata del Ayuntamiento despide a un trabajador después de que dijera que es homosexual

Una contrata que realiza servicios para el Ayuntamiento de Barakaldo ha despedido a uno de sus trabajadores después de esta persona hiciera pública su homosexualidad. Los hechos, que han sido denunciados ante la justicia, han sido revelados por el Ararteko (Defensor del Pueblo del País Vasco), que considera que hay evidencias que indican que, efectivamente, se puede tratar de un caso de 'homofobia', aunque esta institución no ha podido intervenir a este asunto debido a que ha entrado en vía judicial. El Defensor del Pueblo vasco espera que el juez determine que es un despido nulo porque es discriminatorio y anuncia que requerirá a la empresa municipal —a la que no identifica— para que no se repitan estas situaciones.


Informe del Ararteko
El joven trabajaba en una empresa de servicios vinculada al Ayuntamiento de Barakaldo y había sido despedido, después de haber comparecido públicamente como gay en un acto de promoción cultural relacionado con la homosexualidad. Concurrían además serios indicios de que existía una relación de causalidad entre la expresión pública de su homosexualidad y el despido. No obstante, inmediatamente después de ser despedido, esta persona había iniciado una acción judicial contra la empresa.

Examinada su queja, consideramos que efectivamente existían razones fundadas para presumir que se trataba de un despido discriminatorio por causa de la orientación sexual. A la hora de delimitar nuestra competencia para intervenir en el asunto, aunque la empresa para la que trabajaba era efectivamente una empresa vinculada al Ayuntamiento de Barakaldo –lo que la hacía susceptible del control por parte de nuestra institución–, sin embargo, al haber iniciado ya un procedimiento judicial, se hacía imposible nuestra intervención, pues la ley limita expresamente nuestra capacidad de actuación cuando el asunto controvertido se ha sometido ya a los órganos judiciales.

No obstante, consideramos que la cuestión que nos planteaba era grave y merecía un seguimiento de parte de esta institución. Por ello, solicitamos al interesado que, una vez que se hubiera sustanciado el procedimiento judicial y cuando contara con una sentencia que resolviera el asunto, nos comunicara el sentido de la misma, para que pudiéramos dirigirnos a la empresa municipal instándole a no repetir hechos como este. Estamos actualmente a la espera de dicha información.

Confiamos en que el despido se declare nulo por discriminación, pero si no fuera así, también podremos, en el momento en que conozcamos la sentencia, y en el caso de que el despido se declare judicialmente simplemente como improcedente, solicitar a la empresa su readmisión, pues es esa la exigencia que viene haciendo la institución del Ararteko a las administraciones públicas vascas (ésta sería una entidad análoga) en supuestos de despido improcedente, a pesar de que la ley no obligue en esos casos más que a una indemnización.