Barakaldo, 30 jul 2025. La asociación Ekologistak Martxan ha alertado de los efectos al "patrimonio natural" del valle de El Regato y Gorostiza que causará, en caso de hacerse efectivo, el plan para construir un gran tubo para hidrógeno de más 100 kilómetros entre Reocín (Cantabria) y Arrigorriaga. El proyecto prevé un ducto de 30 pulgadas (76,2 centímetros de diámetro) al menos a un metro de profundidad por la zona donde está también planteado el puente del trazado del tren de mercancías
Variante Sur Ferroviaria.
La iniciativa de la red española de hidrógeno es de la empresa Enagás, con financiación de la Unión Europea, y está en proceso de "consultas previas" en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ekologistak Martxan Bizkaia ha presentado alegaciones formales y "exige la paralización inmediata mientras no se apruebe un instrumento legislativo que permita una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) adecuada de todos los planes y programas asociados".
Los ecologistas, integrados en la red 'Gas No Es Solución', sostienen que la tubería "recorrería y afectaría espacios protegidos y zonas de protección ambiental". La asociación afirma que "para causar el mínimo impacto al medio natural, el trazado de este tipo de infraestructuras debería discurrir siempre por lugares ya antropizados y/o afectados por otras infraestructuras".
Comunicado de Ekologistak Martxan
Piden la paralización de la Red Troncal Española de Hidrógeno y el corredor H2MEd hasta que se realice una Evaluación Ambiental Estratégica
- Enagás ha presentado la “infraestructura interior de hidrógeno en España” fragmentada en 15 proyectos, los dos proyectos de interconexión del H2Med y el almacenamiento de hidrógeno en cueva salina ubicada en Cantabria.
- Las organizaciones pertenecientes a la red “Gas No Es Solución” denuncian que la práctica de fraccionamiento de estos proyectos no es admisible y sienta un mal precedente.
- Exigen al Gobierno que Enagás cumpla con la legislación vigente y con las mismas obligaciones que tienen los gestores de la red eléctrica.
- El trazado propuesto, a su paso por Bizkaia, recorrería y afectaría espacios protegidos y zonas de protección ambiental, como es el caso de El Regato-Gorostiza (Barakaldo) o el macizo del Pagasarri - Ganekogorta (Bilbao).
Diferentes organizaciones de la red “Gas No Es Solución”, en la que se encuentra Ekologistak Martxan Bizkaia, han presentado alegaciones formales ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico contra los trámites de información pública actualmente abiertos para los diferentes tramos del proyecto “Infraestructura Interior de Hidrógeno en España”, incluidos en la Red Troncal Española de Hidrógeno y en el corredor H2Med. La organización ecologista exige la paralización inmediata de los trámites mientras no se apruebe un instrumento legislativo que permita una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) adecuada de todos los planes y programas asociados.
Desde las entidades denuncian que este megaproyecto de transporte de hidrógeno, impulsado por Enagás a través de sus filiales, carece de la planificación ambiental exigida por la legislación vigente, como sí ocurre con la red de transporte eléctrico. “Estamos ante una infraestructura altamente interrelacionada que afecta a diferentes territorios, recursos y comunidades de manera acumulativa y sinérgica y que, sin embargo, se está tramitando por tramos aislados y sin una visión global y estratégica”, advierte Marisa Castro, portavoz de Ekologistak Martxan - Ecologistas en Acción.
Entre los argumentos esgrimidos la Red subraya el escaso desarrollo actual del mercado del hidrógeno en el Estado español (apenas 33 MW de electrolizadores operativos) frente a las proyecciones desmesuradas de hasta 74 GW incluidas en los escenarios del promotor, cuya finalidad principal sería la exportación de hidrógeno renovable hacia Francia y Alemania a través del corredor H2Med. Esta expansión requeriría instalar decenas de GW adicionales de generación renovable exclusiva, con serias implicaciones para el territorio y los ecosistemas.
La red denuncia además que la iniciativa está orientada al beneficio de los grandes operadores energéticos y sostenida con fondos públicos, sin que se haya demostrado su viabilidad ni su aporte real a la descarbonización. “Estamos asistiendo a un nuevo caso de inyección de dinero público a infraestructura privada, donde se sustituye la planificación democrática y ambiental por un modelo dictado por el oligopolio energético”, subraya Castro.
En sus alegaciones, los ecologistas reclaman no sólo la Evaluación Ambiental Estratégica para el conjunto de la red troncal, sino también una Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria completa para cada tramo que tenga en cuenta las afecciones sinérgicas y acumulativas. Advierten que el fraccionamiento del proyecto podría estar vulnerando la legislación europea y española, que obliga a considerar los impactos acumulados de infraestructuras como las grandes conducciones de hidrógeno.
Para Marisa Castro, “no se puede hablar de transición energética sin ordenar usos del suelo, evaluar impactos globales y garantizar participación ciudadana”. En ese sentido, reclaman una transición verdaderamente democrática, descentralizada y socialmente justa, donde las decisiones estratégicas se tomen con información transparente, participación efectiva y evaluación ambiental rigurosa.
El tramo Reocín-Arrigorriaga y sus afecciones en Bizkaia. Además, el grupo de Bizkaia, extendió sus preocupaciones sobre las afecciones locales al patrimonio natural del trazado presentado para el tramo bizkaino Reocín-Arrigorrriaga, así como lo han hecho las asociaciones cántabras para el resto del tramo, el cual, además, incluye un almacén de hidrógeno. Este tramo que pasa por espacios protegidos con diferentes figuras ambientales y sociales, como el macizo del Pagasarri - Ganekogorta (con su Plan especial del Monte Pagasarri, aprobado por el Ayuntamiento de Bilbao, que limita y prohíbe este tipo de infraestructuras dentro de su área de ordenación).
Esta infraestructura también afectaría a la zona karstica y de antiguas minas de Lareinteta-La Arboleda y zonas de protección ambiental, así como a espacios naturales relevantes para especies protegidas como la tórtola, el visón europeo o el pez espinoso, que cuentan con plan de gestión en la CAPV. También se verían afectadas áreas de interés natural como la ría del Barbadun o el espacio natural de El Regato – Gorostiza, el pulmón verde del municipio de Barakaldo.
Desde Ekologistak Martxan consideran que, para causar el mínimo impacto al medio natural, el trazado de este tipo de infraestructuras debería discurrir siempre por lugares ya antropizados y/o afectados por otras infraestructuras, como carreteras, autopistas, otros gasoductos, líneas de alta tensión, etc. En ese sentido, los ecologistas proponen que el gasoducto siga aproximadamente el trazado de la AP-68, la E-70 y la AP-8 en la mayor parte de su recorrido y, en la medida de lo posible, aprovechar el trazado de las líneas de gas ya hechas, siempre que no pase por zonas a proteger. Por todo ello, el colectivo ecologista defiende que “el trazado propuesto no es ambientalmente asumible”.