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Barakaldo Naturala denuncia "opacidad y mentiras" sobre el lindane en la operación inmobiliaria de Serralta

Comunicado de Barakaldo Naturala. La apareción de lindane en la UE-21 Parque de Serralta, en octubre de este año, fue la guinda de un amargo pastel para vecinos y vecinas de Lutxana, tras un verano cargado de enojo, estado de alerta y de desconfianza en las instituciones, ante la decisión de la Junta de Concertación, con las bendiciones del equipo de Gobierno municipal, de destruir el último vestigio de los chalets de la Orconera: los árboles de la alameda de Serralta.

Con la información facilitada por la concejal-delegada del Medio Natural y Sostenibilidad, Alba Delgado, en respuesta a nuestra solicitud, nos enteramos que la resolución de 30 de julio de 2007, del viceconsejero de Medio Ambiente, por la que se declara no contaminado el suelo correspondiente a este emplazamiento, quedó en suspenso por otra resolución de noviembre de 2021. Es decir, la parcela, de nuevo, vuelve a considerarse potencialmente contaminada en la actualidad.

Dicha resolución viene motivada por la presentación de la junta de concertación, promotora de la operación inmobiliaria, de un incremento de movimiento de tierras, al inicialmente previsto, de 500 metros cúbicos. En ella, se expresa tácitamente “La excavación que aquí se autoriza se corresponde únicamente a las zonas del emplazamiento declaradas para un uso de parque público”. 

Sin embargo, el aumento de excavación acaba siendo de 2.800 m3 (¡más de un 500%!), en la franja norte de la parcela por donde modifican el recorrido de las tuberías de saneamiento sobre las que se asentará la acera de acceso a viviendas (fuera del espacio destinado a parque público) y que, a su vez, son la causa alegada para reducir a la nada una hermosa alameda que, cualquier paisajista de calidad, hubiera apreciado como un valor a preservar. Precisamente, en esa franja se detecta la presencia de ftalatos y HCH (lindane).

Ante esto surgen muchas preguntas que trasladamos por escrito a la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental el pasado 24 de noviembre. Entre ellas, ¿estaban excluidos, total o parcialmente, de esa resolución de 11 de noviembre de 2021, los suelos de la mencionada franja norte? y, si es así, ¿los trabajos de excavación de éstos, contaron con autorización previa, por parte del órgano ambiental competente? Considerando que, sobre dichos suelos contaminados, se habían instalado tuberías, previamente a la notificación de su contaminación, ¿quién y cuándo se autorizó dicha instalación?

Seguimos esperando sus respuestas, como también seguimos esperando respuesta del concejal de Planificación y Gestión Urbana, Juan Antonio Pizarro, a nuestra petición, para ver el expediente completo, realizada un mes antes, el 26 de octubre.

Ahora conocemos las respuestas de la consejera Arantxa Tapia, a preguntas del grupo parlamentario de EH Bildu, de las que nos ha llamado la atención especialmente la referencia a un estudio cualitativo de incertidumbres para los futuros residentes en unos terrenos potencialmente contaminados, que concluye: “En el escenario de futuros residentes de los bloques de viviendas, las actuaciones de saneo realizadas han eliminado el riesgo potencial, quedando actualmente esa zona en una situación de riesgo admisible para el uso futuro”.

Por un lado, ¿cómo puede saberlo si en el “Informe de adelanto de resultados”, elaborado por DINAM y fechado el 27 de octubre de 2022, en la franja norte queda claramente reflejado en los planos que se excluye de la realización de catas, para su análisis, la zona destinada a viviendas? y, por otra parte, ¿cómo puede hablar de un riesgo admisible cuando hablamos de una sustancia como el HCH, cancerígeno y bioacumulativo? ¿Acaso todos los cuerpos tienen exactamente el mismo grado de admisibilidad de HCH? ¿Es lo mismo para un bebe que para un adulto?

Todavía recordamos como el equipo de Gobierno de turno y el Consorcio de Aguas se negaban a desconectar el pantano de Oiola, para uso de agua potable, pese a reconocer la presencia de lindane, porque los parámetros lo situaban en un “riesgo admisible”. Por fortuna, finalmente se logró su desconexión y que los y las barakaldeses dejarán de jugar a la ruleta rusa con sus “riesgos admisibles”.

Y la semana pasada supimos, también, de la denegación parcial de la solicitud de licencia municipal para el inicio del primer bloque de viviendas en la UE-21, los más cercanos a Cruces, por no cumplir la normativa en materia de ruidos, al no contar con un aislamiento suficiente, permitiendo, únicamente, las obras correspondientes a sótanos y planta baja.

Las personas que en representación de las diversas asociaciones vecinal, culturales y deportivas de Lutxana y de movimientos ecologistas de Barakaldo, que estuvimos presentes en la reunión mantenida con los representantes de los grupos políticos municipales el 2 de septiembre y que provocó un intercambio de emails que destaparon las mentiras de las dos formaciones coaligadas del Ejecutivo municipal, aún recordamos a la asesora de confianza de la alcaldesa para tema de infraestructuras, María Monasterio, aseverando que, lo que se presentó a información pública en junio, no era una modificación del proyecto, sino una adaptación del mismo a la nueva normativa de ruido. 

A la luz de los hechos, no parece que fuera una adaptación admisible y eso que hablamos de las viviendas más alejadas de Oxinorte y con cierta distancia de la autopista; en situación peor se encontrarán las viviendas  destinadas a VPO, en esa franja norte, a poquísimos metros de ambos focos de ruido. En cualquier caso, aun implementando costosas medidas de reducción de ruido en fachadas, lo cierto es que se condenará a sus futuros habitantes a vivir con las ventanas cerradas, por mor de un Plan General de Ordenación Urbana que, al igual que en los proyectos de Sefanitro o  Calero, se prima la rentabilidad económica del ladrillo a la calidad de vida de las personas.


BARAKALDO NATURALA
14 de diciembre de 2022

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