Barakaldo, 28 ago 2021. El pintor barakaldés Alberto Ramírez ha fallecido a los 79 años, según ha informado a través de las redes sociales el exconcejal de Cultura de la localidad Carlos Fernández (PSE). Nacido en la anteiglesia en 1942, residía desde 1970 en Madrid, en donde realizó estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
Su web señala que su obra se encuadra en el llamado Nuevo Realismo de la escuela de Madrid. La Sala Municipal de Exposiciones de Barakaldo —en el edificio entonces conocido como el Casino— se inauguró con una de sus muestras el 15 de septiembre de 1975, el autor regresó al lugar en 2006 y el Ayuntamiento adquirió uno de sus trabajos, que cuelga en los pasillos del conservatorio municipal.
Extracto de la web de Alberto Ramírez
Nace en Barakaldo, en el año 1942 y reside en Madrid desde 1970. Estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en la École des Beaux Arts de París en la cual finaliza su período de formación.
Su obra se encuentra vinculada al Nuevo realismo de la escuela de Madrid, aunque sin adscribirse a ningún grupo, en clara búsqueda de imágenes de gran sentido poético y con un alto sentido del color que muestra una madura personalidad y un gran oficio. Esta concepción de la pintura, centrada siempre en una exploración de muy distintos procedimientos figurativos, se mantiene hasta esta última década en la que su interés se desplaza hacia la figura como elemento organizador del cuadro
Desde 1975 su trayectoria expositiva ha sido pausada, rigurosa y concentrada en la que la obra seleccionada ha pasado rigurosos filtros de exigencia. La crítica se ha ocupado asiduamente de su trabajo que se encuentra representado en importantes colecciones privadas y públicas.
Comentario de Carlos Fernández
Me acaba llegar la triste noticia del fallecimiento del pintor barakaldés Alberto Ramírez y me siento súbitamente huérfano cultural y afectivamente.
Conocí a Alberto en mi etapa como concejal de cultura y varias fueron las exposiciones de su obra que programamos y algunas las obras que le compramos para adornar con su colorido arte las frías paredes del ayuntamiento. En un pasillo del Conservatorio Municipal hay un deslumbrante tríptico de grandes dimensiones en el que plasmó su pasión por la belleza desnuda y sincera y pendiente quedó la compra de dos paisajes fluviales con los cargaderos de mineral. La maldita crisis (estafa) de 2008 tuvo la culpa.
Tuve el honor de considerarle un amigo y él me apreció hasta el punto de regalarme esta pequeña pero vibrante obra que ocupa un lugar relevante en mi casa. Cuando me lo dio lo hizo sin darle importancia y yo no sabía cómo agradecérselo. Bastó un abrazo y la promesa de seguir en contacto desde su residencia en Madrid. Se nos ha ido un enorme pintor y una persona con el corazón a la izquierda que luchó siempre por la libertad y la justicia.
Descansa en paz, amigo. Tu nombre y tu obra es patrimonio de todos los barakaldeses.