Aunque muchas pensiones siguen siendo bajas, desde que empezamos a movilizarnos no hemos perdido un céntimo. En esta época de crisis, somos el único colectivo social que ha mantenido el poder adquisitivo, ayudando incluso a familiares en paro. Ha merecido la pena luchar y tenemos que seguir haciéndolo en defensa de nuestros derechos. De la misma forma que hace tres años convertimos el rechazo al 0.25% en una bandera, ahora debemos hacer lo mismo, reclamando una pensión mínima equivalente al menos a los 950 euros del salario mínimo. Este debe ser nuestro siguiente objetivo, para que las pensiones más bajas, que son las de viudedad, no acaben en la pobreza ni tengan que depender de las ayudas sociales.
Las pensiones son noticia cada día. La banca intenta que se privaticen para convertirlas en su mayor negocio. El Gobierno quiere reformarlas y tememos que no sea para bien. El Ministro de la Seguridad Social intenta implantar un modelo mixto público - privado que perjudicaría a las pensiones de mañana. El porvenir de las pensiones depende en estos momentos de las negociaciones entre gobierno, patronal y sindicatos. Durante tres años hemos demostrado que los nueve millones de pensionistas somos un poderoso grupo de presión. Esta vez nuestra atención debe ir dirigida en particular a los sindicatos, para que atiendan nuestras demandas y no aprueben medidas tan negativas como la reforma de las pensiones del 2011, ni planes de pensiones de empleo como las EPSV de Euskadi.
Tenemos muchas reivindicaciones pendientes, pero somos conscientes de que todas no se pueden conseguir a la vez. Hay que fijar un orden de prioridades, destacando las siguientes: - Establecer por ley la revalorización anual de las pensiones en base al IPC, para que se consolide de forma definitiva, sin depender de ninguna negociación presupuestaria.
- Igualar las pensiones mínimas con el salario mínimo, para reducir la brecha de género que afecta sobre todo a las mujeres, en particular a las viudas.
- Rechazar los planes de pensiones privados, también los de empleo, eliminando las desgravaciones fiscales, pues aumentan las desigualdades y benefician a quienes cobran los sueldos más altos.
- Rechazar el proyecto del Ministro Escrivá de ampliar todavía más el periodo de cálculo de las futuras pensiones, para empobrecerlas en vez de mejorarlas.
Ante todo y sobre todo debemos proteger nuestra salud y nuestra vida. Eso significa dar prioridad a la sanidad pública sobre cualquier otro objetivo. Supone reclamar condiciones dignas en las residencias de mayores. También debemos oponernos a las suicidas campañas antivacunas. No dudemos en vacunarnos cuanto antes, para protegernos de la pandemia, proteger a quienes nos rodean y poder seguir luchando sin miedo al contagio.
Terminamos agradeciendo la presencia de compañeras y compañeros del resto de la Margen Izquierda y Zona Minera. Además insistimos en que los pensionistas de mañana, que todavía están trabajando, en particular la juventud, deben incorporarse a las movilizaciones, para defender conjuntamente las pensiones actuales y futuras.
¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LAS PENSIONES SE DEFIENDEN! ¡DE NORTE A SUR, DE ESTE A OESTE LA LUCHA SIGUE CUESTE LO QUE CUESTE! Barakaldo, 16 de enero de 2021
Plataforma de Pensionistas de Barakaldo
