En un primer momento surge desde la preocupación de atender las necesidades de las personas que por diferentes motivos podrían encontrar dificultades a la hora de cubrir sus necesidades básicas, como pueden ser la alimentación, la salud física y la salud mental.
A medida que la ejecución avanza, es inherente al proceso la convicción de que debemos trabajar a través de tejer redes comunitarias y de apoyo entre vecinas y vecinos cercanos, guiados por el equipo profesional y caminando despacio para poder adaptarnos y crear protocolos de acción que prioricen la salud y promulguen la prevención del contagio.
La primera idea que se pone en marcha es hacer un llamamiento para sondear la disponibilidad de la ciudadanía de Barakaldo para colaborar de un modo voluntario, frente a lo que podría venir, así como categorizar las habilidades y recursos que estas podían ofrecer.
La respuesta fue inmediata cuantitativamente y muy gratificante cualitativamente. En dos días disponíamos de un listado de personas en todos los barrios de Barakaldo con habilidades que cubrían todos los supuestos que planteábamos pudiesen ocurrir. Médicos, profesores dispuestos a ofrecer apoyo escolar, personas dispuestas a cocinar, a comprar, a crear…
“Fue muy bonito ver cómo cientos de personas ponían a disposición de otras sus capacidades habilidades y privilegios, para el bienestar común de Barakaldo”.
A día de hoy contamos con más de 150 personas voluntarias organizadas en los barrios de Desertu-Lasesarre, Centro, Rontegi, San Vicente, Zuazo-Arteagabeitia, Bagatza y Llano-Lutxana-Cruces.
La red comenzó a funcionar y, a medida que ha avanzado, hemos desplegado diferentes vías de trabajo desde ella.
Han sido diferentes las dinámicas que hemos realizado para promover la práctica comunitaria, juegos balcón a balcón, celebración de cumpleaños, una campaña en redes sociales con mensajes positivos, la creación de una canción a mano de músicas y músicos de Barakaldo para después crear un videoclip con vídeos y fotos que nos han enviado las vecinas y vecinos que han querido participar (https://www.youtube.com/watch?v=vTMccpbtDa8)
Todo esto tiene un sentido, porque si algo defendemos es que la salud es algo que trasciende más allá de la ausencia de enfermedad.
Y siguiendo con esta línea, consideramos imprescindible para mantener viva la salud de los barrios y por ello de cientos de ciudadanas, que el pequeño comercio sea una prioridad en nuestras vidas y en nuestro modo de vivir.
Son múltiples las lecturas de esta crisis sanitaria, también lo serán las consecuencias. El comercio local son los pulmones de la economía de nuestros barrios, en cada una y cada uno de nosotros está la oportunidad de mantenerlo vivo y darle oxígeno.
Desde La Red de Cuidados apostamos por no volver a la normalidad sino por repensarnos, por mirar hacia el bien común, a los márgenes y a la desigualdad social.
El sistema de cuidado institucional es inexistente y las medidas tomadas insuficientes. Las personas más vulnerables han visto agravada su situación en esta crisis. La inactividad de la economía sumergida azota fuerte a muchas familias. Las personas que trabajan de forma autónoma, los empleos precarios, las mujeres como colectivo oprimido sufre la violencia machista estructural y directa más aún si cabo, y un largo etcétera de realidades que no son tomadas en cuenta en las cribas para la atención social.
Desde La Red nos hemos ofrecido a las instituciones, pero han sido desoídas nuestras propuestas en reiteradas ocasiones. Consideramos que somos muchas y muchos y ahora más que nunca nos necesitamos.
Por ello estamos dispuestos a cubrir servicios de primera necesidad como compras, paseo de mascotas, apoyo en trámite de ayudas, ayuda en tareas escolares, bajar la basura, charlar para acompañar a la soledad o a las situaciones emocionalmente complicadas.
Consideramos también, que cada persona es tan única como la realidad que le rodea y estamos en disposición de escuchar cada demanda, para entre todos y todas poder cuidarnos y florecer en colectivo.
Para facilitar el contacto con la red disponemos de un servicio de teléfono (623 100 305) de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00 de lunes a viernes.
