publicidad

Fútbol | El Barakaldo CF está abocado a convertirse en sociedad anónima

Barakaldo, 7 feb 2019. El Barakaldo Club de Fútbol tendrá que abordar "más temprano que tarde" la decisión sobre su modelo de gestión. La conversión en sociedad anónima deportiva (SAD) es el destino, de acuerdo a las explicaciones que ha ofrecido la directiva en la reunión informativa convocada al efecto, con la asistencia de cerca de un centenar de socios. 

El presidente, Orlanzo Sáiz, además de anunciar que no irá a la reelección, ha asegurado que el actual equipo dirigente no tiene una posición al respecto pero, al mismo tiempo, ha descrito un panorama que no deja margen de maniobra. "La profesionalización del fútbol es un hecho patente", ha afirmado y ha confirmado que los costes de impuestos y Seguridad Social se han disparado por cambios normativos y eso reduce el ya de por sí bajo presupuesto para la plantilla.

El más explícito ha sido, de nuevo, el tesorero, Iñaki Bahillo. "Con presupuestos potentes hay estructuras deportivas potentes. Convertirte en SAD te da mejor músculo económico y puede ser un elemento positivo". "Está claro, más temprano que tarde habrá que ponerse al día", añadía Sáiz en relación a la profesionalización.

En la reunión ha destacado la intervención del que fuera vicepresidente de la entidad en 2010 y accionista de Tele7, Jesús María Isusi, cuyo nombre circula entre los socios como posible aspirante a dirigir el club los próximos cuatro años. Isusi ha instado repetidamente a la actual directiva a exponer el futuro económico del club, que ha presentado como apocalíptico, con posibles multas e incrementos de costes obligatorios inasumibles con el actual modelo.

Según el exvicepresidente, el Barakaldo CF tiene el presupuesto más bajo de los equipos en zona de fase de ascenso, con unas cuentas en torno a la posición número 50 de la categoría, y con la obligación la próxima temporada de tener a todos los jugadores con ficha P profesional, que supone por cada deportista 3.000 euros. Además, tendrá que asumir nuevos gastos y hay riesgo de una sanción económica de la Seguridad Social.

Sáiz ha confirmado que en los últimos años, el club ha tenido que empezar a pagar el impuestos de sociedades así como el IVA tanto a publicidad como de las aportaciones de los socios, a lo que se unen las fichas P, que sólo este curso han incrementados los gastos en 30.000 euros, mientras que la Seguridad Social supone un 30% de los costes salariales.

De este modo, el Barakaldo se encuentra con menos dinero disponible para plantilla y en una categoría en que compite con equipos profesionales y con filiales, además de con otras formaciones modestas. En esta situación, mantener a los jugadores se ha convertido en una misión casi imposible. En Lasesarre hay incluso ojeadores de clubes ingleses, según ha asegurado Sáiz.

Los datos ofrecidos por la directiva señalan que la entidad ha pasado de tener entre un 90% y 100% de futbolistas vascos a contar en 2018 con un 50% y este curso ha caído al 30%. También es una señal el que cada temporada crezcan los jugadores nuevos, mientras bajan los que renuevan. Si el año pasado fueron un 60% los nuevos jugadores, este curso son un 75%. "Con cuatro equipos cercanos con filiales, se ha puesto muy difícil encontrar jugadores sub23 y competitivos".

El abogado del club, Borja Osés, ha recordado que hay dos modelos de gestión posibles: el actual, como club deportivo; y el surgido en 1990 de la Ley de Deporte, la sociedad anónima deportiva (SAD).

El club deportivo no tiene ánimo de lucro y son dueños los socios dueños, que aprueban las cuentas, eligen los  órganos de administración del club por sufragio y, en definitiva, gobiernan. La SAD tiene ánimo de lucro y está participada por acciones, además es obligatoria para estar en ligas profesionales.

La transformación en SAD tiene dos vías. La primera es la forzosa, que se produce en caso de ascenso a una liga profesional. La segunda es por voluntad de los socios y normalmente ocurre bien porque hay una certeza de que se ascenderá bien porque surgen "inversores" que buscan controlar el club.

El proceso de conversión necesita del votos favorable de dos tercios de los asistentes a la asamblea de socios. La directiva asume entonces la materialización del proceso, propone un capital social acorde a las cuentas —ronda entre los 600.000 euros y los tres millones— y abre el proceso para compra de acciones, en el que primero pueden adquirir los actuales socios, después los socios que ya han comprado y finalmente cualquier persona física o jurídica así como la Administración pública.

No pueden hacerse con acciones quienes tengan participaciones en otros clubes de la misma división ni quienes posean más de un 5% en otras SAD. La actual masa social puede fijar condiciones, como límites en la compra de acciones, pero será después el consejo de administración de la SAD el que podrá tomar las decisiones y hacer cambios.

Desde que la comisión mixta del Consejo Superior de Deportes (CSD) acuerde el capital social, el club tendrá nueve meses de plazo para cubrir el desembolso. En el caso de que la transformación en SAD se dé por ascenso, el periodo se acorta a seis meses. Osés ha asegurado de que establecer límites en el volumen de acciones que puede comprar un inversor puede dificultar conseguir el capital social.