“Se ha conseguido, con nuestra presión en las calles y plazas, que se firme con la patronal 1.000 euros de salario mínimo. Hemos conseguido recuperar el atraso que tenía. Nunca hubieran negociado 1.000 euros de no estar pidiendo 1.084 los jubilados y pensionistas”, han explicado.
No obstante, los pensionistas consideran “pan para hoy y hambre para mañana” la subida del 3% en las pensiones mínimas y del 1,6% en el resto, tras la aprobación de los presupuestos generales del Estado negociados por el anterior Gobierno del Partido Popular. Por ello, han asegurado que continuarán con las movilizaciones en defensa de la tabla reivindicativa de la coordinadora estatal y el blindaje constitucional de las pensiones.
“El blindaje es primordial para que el Estado garantice su pago y no puedan ser manipuladas con intenciones políticas como hasta ahora”, han manifestado. Del mismo modo, han criticado las diferencias económicas con los pensionistas del resto de la Unión Europea.
“1.080 euros es una pensión digna. Todo lo que sea por debajo no lo es porque no deja cubiertas las necesidades primarias y deja a las personas en pobreza y precariedad. Mientras los jubilados de este país no pueden llegar a final de mes, nuestros colegas comunitarios se permiten pasar unas vacaciones de lujo en nuestras costas. La pregunta es: ¿Somos europeos? ¿Para qué somos europeos?”.
Siguiendo con su recorrido por los barrios, la coordinadora de jubilados y pensionistas de Barakaldo acercará su mesa informativa el próximo jueves 5 de julio por la tarde a la plaza Lube de Lutxana. Asimismo ha encargado unos pañuelos personalizados que lucirán durante las fiestas de El Carmen para hacer visible su lucha.
