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Manuel Cruz Quintero | escritor
“Las mujeres son las protagonistas del libro”

Manuel Cruz Quintero

por Silvia Bolaños

“El mejor regalo que he recibido en mi vida”. Con esa firmeza define Manuel Cruz Quintero (Barakaldo, 1971) la sensación de ver publicado su primer libro. ‘Alai, la bruja de Umbe’ es un relato fantástico, apto para todos los públicos, que escribió sin mayores pretensiones que entretener a sus dos hijos y que, gracias al empeño de su familia, tiene ahora entre sus manos. Fueron su mujer y su cuñada las encargadas de sorprenderle con la publicación del primer ejemplar como regalo de Reyes el pasado año. Después llegaron 100 copias más impresas a través de la editorial Cultiva Libros.



Este vecino de las torres de San Vicente ha compaginado su afición por la escritura con sus turnos de trabajo en una fábrica de piezas para coche. Dos años y medio le ha supuesto redactar las 328 páginas del libro. La historia narra las peripecias de Alai, una vieja bruja que decide vengarse de Arizmendi - un “mal hombre”- con la ayuda de su amigo Gato. Al margen de estos dos protagonistas, a lo largo de la trama aparecen personajes reales como Marisa, exprofesora de su hijo en Bagaza, y otras mujeres, “las protagonistas del libro”.

Con guiños a Iker Jiménez y su ‘Cuarto Milenio’ y al cantante Fito Cabrales, la obra vio la luz la pasada primavera y se encuentra a la venta en las librerías Minerva, Milo´s y Lara a un precio de 17€. También se puede adquirir por Internet en Amazon, Fnac o El Corte Inglés.

Pregunta. ¿Qué es ‘Alai, la bruja de Umbe’?
Respuesta. Es un relato fantástico. Alai es una bruja que vive en el monte Umbe, un sitio al que ha estado mucho tiempo yendo. Se despierta en una cabaña y no se acuerda de nada. Con la ayuda de su amigo Gato, que es un gato que habla y tiene mucho carácter, va recordando pasajes de su vida, la relación con sus padres, su cuadrilla de amigos… Y a Arizmendi, el hombre por el que acabó escondida en el bosque y del que decide vengarse. Todo narrado en un tono divertido.

P. ¿Está basado en la mitología?
R. No, no hay mitología. Me lo han preguntado, pero yo no entiendo de brujas. Tiene magia, pero no en plan mitológico. Es una mezcla de ficción y realidad.

P. En la historia hay un salto en el tiempo.
R. La bruja puede tener 150 años y narra su vida desde su infancia hasta la actualidad, donde tiene que enfrentarse a un mundo desconocido porque entonces no existía la tecnología. Cuando regresa al pueblo, se encuentra rodeada de cosas que no entiende: luces, escaparates, teléfono… He intentado que sean relatos cortos, sin muchas descripciones, con los detalles necesarios para imaginar los personajes. Pero dejando muy claro ese salto en el tiempo.

P. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
R. A mí me gusta inventarme historias, pero nunca había pensado en escribir con la intención de publicar. Un día estaba escuchando la radio y uno de los contertulios del programa ‘La Rosa de Los Vientos’ dijo que había estado en una feria del libro y que animaba a toda la gente a que contara una historia, aunque fuera algo pequeño. Que la escribieran y publicaran. Y pensé en escribir algo para mis hijos.

P. ¿A qué público está destinada su obra?
R. Es un libro apto para todos los públicos. Una compañera de mi cuñada me ha dicho que su hijo de nueve años ha leído el libro y está encantado, porque son situaciones cómicas. Yo tengo una compañera de trabajo que ya está jubilada y me mandó un mensaje para decirme que le había encantado eso de sentirse otra vez niña.

Manuel Cruz Quintero
P.  Alai es la protagonista, pero en la historia aparecen muchos más personajes.
R. Sí. Se enfrenta a personas reales con problemas cotidianos, pero también a fantasmas y espíritus. Y consigue la ayuda de unos duendes. Se me ocurrió incluirlos porque cuando yo era niño y oía ruidos en casa mi madre me decía que eran los duendes. La historia de Alai es el hilo conductor, pero hay muchas tramas. Los personajes van cogiendo peso a medida que avanza el relato.

P.  ¿Tiene un papel destacado la mujer en este libro?
R. Sí, mucho más que los hombres. Las mujeres son las protagonistas del libro.

P. El libro está cargado de guiños.
R. He querido hacer un pequeño homenaje a ‘La Rosa de Los Vientos’ y también al programa de televisión ‘Cuarto Milenio’. Necesitaba una excusa para seguir con la trama y decidí incluir temas que han podido salir en él. Hablo de Iker Jiménez, pero también de Fito Cabrales, que me encanta. Aunque, sin duda, el personaje más importante para mí es Marisa.

P. ¿Quién es Marisa?
R. Es una profesora que ahora está jubilada y que les dio clases a mi sobrino y a mi hijo mayor en Bagaza. Tenía mucho carácter, pero los niños la adoraban. Sabía ganarse su respeto. Una persona comprometida con los alumnos y con su trabajo. Necesitaba un personaje que ayudara a otro a hacer un examen y supe que era ella.

P. ¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir este libro?
R. He tardado dos años y medio. Le he dado muchas vueltas a la cabeza y he borrado mucho. He escrito el libro por las noches porque procuraba que estuvieran todos en la cama. La semana que trabajaba de mañana era imposible escribir y la de tarde, lo hacía por la noche. También aprovechaba los fines de semana y las vacaciones.

P. ¿Es su primera incursión en la literatura?
R. Siempre he sido aficionado a la escritura. Intenté escribir un libro de suspense hará unos cinco años, pero era demasiado duro y lo dejé.

P. ¿Cómo acogió su entorno la publicación de este libro?
Con sorpresa. Lo tenía muy callado, incluso con la familia. Cuando lo terminé, se lo entregué a mi mujer y a mi cuñada y ellas, sin decirme nada, buscaron una editorial para publicarlo. Fue un regalo de Reyes. El mejor regalo que he recibido en mi vida. Escribí el libro sin ninguna pretensión y me lo regalaron. No me lo podía creer.

P. ¿Hay material en la recámara para continuar publicando?
Para mí es un hobby, algo que me gusta mucho. Publicar supone mucho dinero. No es un buen negocio, pero me hace mucha ilusión que la gente me pare y me diga que le ha gustado el libro. Si aparecen buenas historias, igual me podría animar a volver a publicar.