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Denuncian que el hospital de Cruces inicia el año con las urgencias colapsadas como "es tradición"

hospital de Cruces en Barakaldo
La Federación de Sanidad de Comisiones Obreras de Euskadi ha denunciado que el hospital de Cruces ha comenzado el año, "como ya es tradición", con su servicio de urgencias colapsado y con pacientes en los pasillos. Según la central sindical, el cierre de camas ha provocado que las urgencias se vean desbordadas con 18 pacientes que a las nueve de la mañana de este miércoles 3 de enero aguardaban a que les adjudicasen una cama en planta. El 2 de enero, el servicio se colapsó con "todos sus boxes ocupados permanentemente" y con hasta 19 pacientes en sus pasillos "durante muchas horas".



Nota de prensa de CC OO
CCOO denuncia que el Hospital de Cruces empieza el año como ya es tradición, con su Servicio de Urgencias colapsado

Para el sindicato cuando el colapso de un Servicio de Urgencias se repite sistemáticamente, cuando las causas que lo provocan no son ni nuevas ni extraordinarias y están suficientemente demostradas y comprobadas sólo hay un culpable de la situación: la mala gestión que de los recursos hace su equipo directivo.

La Federación de Sanidad de CCOO de Euskadi ha denunciado que, como es costumbre, el periodo navideño, en los grandes hospitales, supone el cierre de muchas camas, en el Hospital de Cruces se decidió cerrar 158. A día de hoy se mantienen cerradas 77, parece que la situación ha obligado a disponer de todas las de hospitalización médica con que cuenta el centro. Ayer día 2 de enero el Servicio de Urgencias Generales se colapsó: todos sus boxes ocupados permanentemente, hasta con 19 pacientes en sus pasillos durante muchas horas y demoras muy importantes para la valoración y ubicación de pacientes.

A las 9 de la mañana de hoy, 18 pacientes estaban pendientes de que se le adjudicase una cama en planta. Cosa que no sucederá antes de las 15:00 horas ya que depende de las altas que se den en las plantas de hospitalización. La solución que aplican con más facilidad, es el desviar pacientes a otros hospitales de la red, sin embargo para los pacientes y sus familias puede no ser tan buena solución.

El día de ayer supuso para la plantilla una altísima carga de trabajo y una fuerte presión psicológica. Trabajar con más de 19 pacientes en los pasillos impide ofrecer a los enfermos una estancia digna y supone la pérdida de intimidad y confidencialidad del paciente. Estas condiciones de trabajo inciden en el aumento del riesgo de cometer errores.

A juicio de la Federación de Sanidad, cuando el cierre de camas es solo una medida economicista y no está fundamentada en razones “saludables”, supone una estafa para la población y una agresión laboral a la plantilla que soporta y sufre unas condiciones laborales deplorables.