Julen Soriano consigue a la primera la difícil cucaña de las fiestas de El Regato

Julen Soriano, con el pañuelo de la cucaña

• El año pasado fue Ainhoa la que, de manera imprevista, logró hacerse con el pañuelo cuando prácticamente todos habían dado por perdida la batalla •
La prueba de la cucaña tenía mal aspecto. Las noches de las fiestas de El Regato no tienen mañana alegres y había pocos con ánimos y en condiciones para hacer frente al reto. La pequeña Laura ha sido la que ha abierto fuego. Ella se ha llevado el premio moral a la insistencia. Lo ha intentado una y otra vez. Con playeras, en calcetines y descalza, ha trepado por el palo no menos de una decena de veces, sin que el agotamiento pudiera con ella, aunque no ha logrado el objetivo. También Aketx ha sido de los insistentes. Su primer intento le ha llevado a la mitad del tronco, pero el reto ha sido imposible para él, esta vez. Los adultos miraban con reservas la escena. Había pocos en situación física y mental para escalar, aunque unos y otros se retaban desde la distancia. Alberto se estrenaba en la disciplina con un decepcionante medio metro de ascenso. Es más difícil de lo que parece. Lo intentaba de nuevo y llegaba a metro y medio. Quizá con el tiempo lo consiga, pensaban unos cuantos, aunque la mayoría daba por hecho que nadie lograría agarrar el pañuelo festivo colocado en el extremo del palo. Ha sido entonces cuando, fresco, ha llegado Julen Soriano. Con sus 18 años, reconoce que el año pasado ni siquiera apareció por la cucaña. La víspera festiva no se lo permitió. En esta ocasión, como quien sale de paseo, relajado, ha llegado al palo, ha mirado la meta y en menos de medio minuto tenía el pañuelo en la mano.

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