publicidad

Opinión | El primer año de la criatura

Los concejales socialistas felicitan a la alcaldesa el día de su elección

por Juan Lamadrid

En estos 365 días, el gobierno 'jeltzale' ha retirado más o menos dos bolardos al día de media. Todo un logro
Para un padre, el primer cumpleaños de su criatura es como si llegase a la mayoría de edad. Cierto que todavía no puede beber ni votar —ni revotar—, pero decir que tu hijo o hija tiene un año y no tener que mentar los meses, marca un antes y un después en la paternidad. Supongo que eso deben sentir socialistas y nacionalistas en el Ayuntamiento.
Los dos, PNV y PSE, cumplen un año. Los primeros, un año en el Gobierno municipal. Los segundos, un año en la oposición. Bueno, más o menos en la oposición porque cobran por estar en la oposición y por estar en un cuasigobierno.

Y como siempre cuando se cumple el primer año, es momento de hacer balance. Unos dirán que el cambio en la alcaldía se ha notado. Otros dirán que sólo se ha producido un cambio gatopardiano: cambiar todo para que nada cambie.

Algo sí ha cambiado. En las calles hay unos 700 bolardos menos. En estos 365 días, el gobierno jeltzale ha retirado más o menos dos bolardos al día de media. Todo un logro. Las txosnas estarán en el centro, también es otro cambio. Y hay anunciada una auditoría a sus cuasisocios. Anunciada y olvidada, parece.

Otras cosas no han cambiado. La OTA sigue igual que la dejaron los socialistas, sin contrato. La pasarela sobre las vías de Renfe sigue sin verse, la carretera interfábricas ya es historia, nadie habla de ella, ni PNV ni PSE, los dos socios en la Diputación, los dos cuasisocios en el Ayuntamiento. Ahora también está sin contrato la recogida de las basuras y parece que a nadie le interesa el dinero del Ayuntamiento que suma cuatro fracasos a la hora de adjudicar servicios porque nadie se ha presentado. Esperando a Godot.

Parece que a la criatura, después de cumplir su primer año de vida, le falta echar a andar y decir su primera palabra.