Abrazos y emoción difícilmente contenida. Apenas 10 minutos antes, la barakaldesa Izaskun Bermúdez, con tres años en desempleo tras una década en una pyme, relataba a Barakaldo Digital que tenía expectativas "muy altas" en el proyecto de la 'lanzadera de empleo' pero que había resultado una experiencia agridulce: gratificante por el proyecto de buscar empleo en equipo y por la relación con las compañeras, pero duro al ver cómo se van marchando una tras otra las compañeras porque encuentran trabajo. "¡Borra todo lo que te he dicho antes¡", exclama cuando por sorpresa regresa a la oficina: "¡Me han cogido!". El de esta licenciada en Administración de Empresa es el duodécimo contrato que firma una de las participantes en la que es la primera 'lanzadera de empleo' que se realiza en Euskadi. Su sede está en Barakaldo, en la agencia foral de desarrollo empresarial Dema, en Desierto, por donde han pasado en total 22 mujeres paradas, de entre 22 y 52 años, con formación mayoritariamente universitaria pero estudios muy diversos, desde la psicología o el periodismo, a las bellas artes, la estética, la ingeniería ambiental, el derecho o la bioquímica. Como este grupo, hay dos más en marcha, uno en Bilbao y otro en Encartaciones, que, a diferencia del de la Margen Izquierda, son mixtos: varones y mujeres. La Fundación Santa María la Real es la creadora y coordinadora de este plan.
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> 21/12/2015. Barakaldo acogerá una 'lanzadera de empleo' dirigida a mujeres paradas
La coordinadora de la 'lanzadera' en Barakaldo, Verónica Aguado, no duda en señalar como "muy positivo" este programa sólo con mujeres, surgido por la especial incidencia que el desempleo tiene en la población femenina en la comarca. Los últimos datos de Barakaldo indican, por ejemplo, que la tasa de paro en abril de 2016 en varones es del 16,3% de la población activa frente al 19,5% en mujeres. También en Sestao, Portugalete y Santurtzi, la población femenina pierde en esta batalla frente a la masculina, con tasas entre dos y tres puntos de diferencia.
"Han formado un equipo muy bueno, que se apoya", destaca Aguado para describir al grupo instalado en Barakaldo con mujeres de la Margen Izquierda. Esta 'lanzadera' responde al nombre de A-neska, que juega con 'anezka' —'lanzadera' en euskera— y 'neska' —'chica'—. #neskakinprogress es su lema.
La estructura y el flexible trabajo de las 'lanzaderas' varía en las distintas experiencias pero tiene en común que las integrantes se dividen por departamentos, como se hace en cualquier empresa o cooperativa. En este caso, en Barakaldo, A-Neska ha contado con un área de recursos humanos, otra de comunicación y marketing, una tercera de eventos y formación, una sección de voluntariado, apoyo y administración, y un quinto y esencial departamento de intermediación, que organiza contactos con empresas y facilita de este modo el acceso de las participantes al posible empleo.
El elemento clave de este programa, destaca Aguado, es que "todas trabajan para todas en equipo". A ello ayuda una selección que reúne a participantes de habilidades y perfiles diversos, con edades y formación diferentes. "Aprenden unas de otras por la diferencia generacional y la experiencia". En este caso, han sido 20 licenciadas o diplomadas universitarias y dos graduadas de ciclos formativos. El único requisito que se les ha pedido es que sepan un manejo básico de herramientas informáticas y que sean buscadoras activas de empleo.
La iniciativa arrancó en febrero y la fecha de despedida es el 30 de junio. Tras los meses previos de funcionamiento en departamentos, el goteo de salidas por la firma de contratos ha cambiado la dinámica y ahora A-Neska trabaja por proyectos, volcada en la intermediación con empresas.
"A la 'lanzadera' llegan con la expectativa de encontrar empleo, pero no tiene ese solo objetivo sino que aprendan las herramientas para encontrar empleos. De este modo, la herramienta dura aunque el trabajo contratado dure un mes". Los datos indican que, de promedio, el programa termina con el 60% de los participantes con trabajo. En Barakaldo, de las 22 personas que han pasado por la oficina, 11 son asalariadas –con contratos más o menos temporales—, una es autónoma y dos mujeres trabajan ya en su propia empresa, una pequeña cooperativa. El resultado se ajusta a las previsiones y ello a pesar de que, contra lo que pueda parecer, la alta capacitación de estas mujeres puede de hecho ser, en estos días, más un problema que una ventaja. "La sobrecualificación hace que habitualmente haya dificultades para encontrar trabajo", señala Aguado.
Izaskun Bermúdez destaca que esta experiencia le ha aportado, sobre todo, "autoconocimiento", ahora confía más en sí misma y señala que ha recuperado la ilusión. La también barakaldesa Vanesa Camín, licenciada en Económicas, llegó cuando llevaba medio año desempleada y señala que ha ampliado su ámbito de busca y apuesta por seguir formándose. La diseñadora gráfica Nagore Pando, de Santurtzi, es de las más jóvenes. Se licenció en Bellas Artes el año pasado, ha creado su propia página web de artesanía y diseño y ha comprobado, con la 'lanzadera de empleo', que puede trabajar en equipo y que las compañeras "aportan mucho".
Las integrantes del equipo en Barakaldo han estudiado en estos meses su misión, visión y valores; han marcado objetivos; han desarrollado sus respectivas marcas personales; han aprendido cómo pasar entrevistas; han ensayado el trabajo en equipo y la inteligencia emocional; cómo presentar currículums más creativos y diferenciados o han aprendido cómo utilizar los diferentes portales de empleo.
La vecina de Rontegi Lorena Junquera, pedagoga y educadora social, ha visto cómo en la última década, con la crisis, se le ponía más difícil la salida laboral. Los contratos para cubrir bajas y vacaciones se han convertido en empleo por días, una inestabilidad que tampoco ayuda a la conciliación con la vida familiar. La 'lanzadera de empleo', experiencia "positiva", le ha permitido actualizar su formación y currículum, y evitar el estancamiento profesional. "Me llevo además una compañeras", destaca la joven.
Periodista de formación, la barakaldesa de la calle Ibarra Cristina Ballester ha trabajado en lo que ha hecho falta durante toda su vida laboral. Con la crisis, su contrato indefinido en una empresa de Vitoria se fue al traste y ahora se encuentra que su edad, 33 años, se convierte en una dificultad. Las compañías reciben ayudas por emplear a más jóvenes o a mayores de 45 años. Entre unos y otros, Ballester, sufre además la penalización de estar sobrecualificada —"nos pasa factura"— y sabe que el panorama está complicado. Como no podía ser de otro modo, el departamento de comunicación ha sido su destino en A-Neska, una "muy buena idea" aunque le hubiera gustado que hubiera unas indicaciones y pautas más marcadas, en lugar de ser tan flexible. La experiencia, con una veintena de compañeras, le ha ayudado para desarrollar su autocontrol y también sentir el apoyo cuando las fuerzas flaquean debido al paro.
Al finalizar el proyecto A-Neska, en junio, nacerán otras cuatro 'lanzaderas de empleo' nuevas en otras comarcas, y cuatro más surgirán en septiembre en otros puntos de Bizkaia.
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