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Opinión | La lotería de la libertad

Administración de lotería Los Imposibles, en Megapark

por María José Cantalapiedra

La administración de lotería número 19 de Barakaldo, llamada Los Imposibles, ha repartido una serie completa del quinto premio 00943 en el sorteo de Navidad, lo que supone 60.000 euros. Esta noticia la publicaba Barakaldo Digital el día 22 de diciembre, un día emblemático. La causa fundamental de que sea emblemático es que permanece inalterable.

En estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir (bah, no es verdad, a juzgar por el significado de convulso en la RAE, pero siempre quise escribir esta frase), donde los cambios tecnológicos sacuden nuestra existencia y todo eso, el día 22 es como El día de la marmota, la conocida comedia norteamericana realizada en 1993 por Harold Ramis en la que un hombre vive todos los días el mismo día.

En nuestro caso, solo vivimos el mismo día una vez al año, lo cual es igual de cómico aunque menos cansado. El día 22 de diciembre, ajeno a todo, se repiten escenas y conversaciones, alegrías y desencantos, se abren botellas de champán y se agradece tener salud. La lotería toca a unos pocos y todos proyectamos en ellos nuestros anhelos.

Ay, si me tocara. Pues ha tocado. En nuestra anteiglesia que ya no es fabril ha tocado. El quinto premio. Menos es nada. 60.000 euros. Menos es nada. En una administración que se llama Los Imposibles, un gran nombre para una administración de lotería. Lleva abierta cinco años y es su primer premio de Navidad. Y los billetes, cuenta la responsable del establecimiento, se han vendido a clientes habituales, compradores y trabajadores del centro comercial donde se encuentra. Si preguntáramos a los agraciados seguramente dirían que el dinero es para tapar agujeros. El dinero de la lotería siempre tiene ese destino. Tapar agujeros. No sé si será el cambio climático, pero nuestro país, si tenemos en cuenta las declaraciones de los premiados, es un colador o un escurreverduras, esto es, un recipiente lleno de agujeros.

El día emblemático requiere también que, cuando se comenta el sorteo, tema ineludible de conversación, alguien haga la crónica de conocidos a los que la suerte de ganar la lotería les trajo todo tipo de desgracias, porque los ricos también lloran, porque el dinero no hace la felicidad y toda una ristra de tópicos que tienen la ventaja de proporcionar consuelo y el inconveniente de olvidar que el dinero sí tiene la facultad de comprar una parcela de libertad. Como dice la canción, “libertad, libertad sin ira libertad, guárdate tu miedo y tu ira porque hay libertad”.