publicidad

Opinión | La misa inteligible

Misa en chino. Foto: bizkeliza.org

por María José Cantalapiedra

El día 13 de septiembre, en la parroquia de la Inmaculada Concepción de María, en Cruces, ha comenzado el programa de misas en chino. Barakaldo Digital informaba de este extremo en la noticia titulada La iglesia de Cruces acoge una vez al mes una misa en chino con el sacerdote Felipe Yang. A las 18.00 horas. El segundo domingo de cada mes.

En un comentario a esta noticia se recuerdan las misas en latín, con el sacerdote dando la espalda a los feligreses. Es cierto. La misa católica puede seguirse sin entender las numerosas palabras que la envuelven. Uno puede acudir a cualquier iglesia, imponentes catedrales góticas o naves industriales convertidas en casa de Dios por efecto de un altar, una cruz y una imagen y, desde uno de los bancos dispuestos para tal fin, seguir el ritual y adivinar el significado de las palabras aunque se escuchen en un idioma desconocido.

Y, sin embargo, quienes conservan la fe y la comparten en la misa se sienten reconfortados si la escuchan en su lengua, si la cantan en su lengua, si la expresan en su lengua. La religión es al mismo tiempo íntima y pública. Ofrecer un espacio íntimo y público a distintas oraciones, o a las mismas en distintas lenguas, nos acerca a un mundo no feliz, en el sentido de la conocida y desasosegante obra de Huxley, sino intercultural, un concepto que expresa la civilizada aspiración de que las culturas se relacionen en términos de igualdad y no desde el sometimiento, como suele gustar al ser (in)humano.

Felipe Yang tiene nombre español (de rey español, para ser exactos) y apellido chino (o como uno se imagina, en su infinito desconocimiento, que es un apellido chino), y se acerca a Cruces a dar misa en la lengua de un imperio que construyó la Gran Muralla para proteger su frontera, su territorio. El segundo domingo de cada mes. A las 18.00. En la parroquia de la Inmaculada Concepción de María. Las personas que acuden destruyen de una manera simbólica, que se ha comprobado más efectiva que la dinamita, la muralla que representa las infinitas murallas que se interponen en lo que Kant llamaba (y todos estudiamos primero y sufrimos después) la insociable sociabilidad del hombre. La próxima misa en chino será el día 13 de octubre.