"No reciclar bien es pecado". Las palabras son del oficiante de la misa mayor con motivo de las fiestas de Barakaldo celebrada en la parroquia del Carmen. El sermón del acto religioso se ha convertido este año en un manifiesto por la protección del planeta y de quienes sufren la pobreza. Ante cientos de personas que llenaban el templo, el sacerdote ha explicado la contaminación de las aguas y ha mencionado el caso de los últimos vertidos a la ría. "Es una irresponsabilidad y, expresado en lenguaje tradicional católico cristiano, eso es pecado. No reciclar bien es un pecado. Tenemos que cuidar la madre Tierra para dejarla en herencia a los hijos y nietos en condiciones". El mensaje responde a la nueva
encíclica del papa Francisco, que llama a cuidar la "casa común". A este respecto, el oficiante ha relacionado la ecología con la pobreza y la economía. "Esta sociedad reclama otra orientación de la economía para que esté al servicio de las personas. Nos hace falta una conversión ecológica. Pasar de ser depredadores a ser protectores, convencernos de que menos es más y cambiar el estilo de vida. No es más feliz el que busca tener más sino el que ambiciona y desea menos", ha defendido el cura ante los participantes en la eucaristía, entre ellos, en los dos primeros bancos reservados, los políticos locales: el equipo de Gobierno municipal (PNV) en pleno, así como ediles del PSE y el PP.
