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El PSE responde con el silencio a la unánime censura al alcalde por parte de la oposición

El grupo socialista en el Ayuntamiento de Barakaldo ha respondido con el silencio a la oposición que, de manera conjunta, ha aprobado una declaración en la que censura el "comportamiento antidemocrático" del alcalde, Alfonso García Alonso (PSE), por limitar la participación de otros grupos políticos. En un comunicado, el PSE califica de "declaración institucional delirante y llena de mentiras" el acuerdo unánime de la oposición.

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> 18/12/2014. El PNV acusa al alcalde de "tretas" para distraer sobre su "comportamiento antidemocrático"
> 18/12/2014. La oposición lleva al pleno el rechazo a la actitud del alcalde durante las sesiones plenarias



Nota de prensa
El Gobierno local de Barakaldo desmonta las mentiras de la oposición con el Reglamento Orgánico Municipal en la mano
> Los concejales socialistas no han intervenido en el pleno extraordinario convocado por la oposición para aprobar una declaración institucional delirante y llena de falsedades
>  La normativa es clara: no se debaten las daciones de cuenta
> Las mociones son simbólicas y el alcalde decide cumplirlas o no, y quien cataloga los textos como mociones o ruegos son los técnicos

Los concejales del Gobierno local socialista de Barakaldo no han intervenido hoy en el pleno extraordinario convocado por la oposición para aprobar una declaración institucional delirante y llena de mentiras sobre el alcalde. De este modo, no han querido ser partícipes de un nuevo circo montado por PNV, PP, Bildu y Ezker Anitza-IU, que supone una falta de respeto a los barakaldeses y barakaldesas.La realidad es que poco o nada tiene que ver el control y transparencia en la gestión municipal con las cuestiones que se citan en la declaración que ha presentado la oposición. Tienen que ver, más bien, con el cumplimiento o incumplimiento de la Ley y del Reglamento Orgánico Municipal (conocido como ROM). Y quien dice si se cumple y cómo se cumple el Reglamento es el secretario municipal, no la oposición, ni tampoco el Gobierno local.

Según ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Gobierno local, Carlos Fernández, el secretario ha aclarado que no está previsto en el Reglamento que en las daciones de cuenta exista debate. Cuando el ROM ha querido regular el debate, lo ha hecho, como es el caso de los ruegos y las mociones. Si no ha previsto debate en las daciones de cuenta posiblemente porque la decisión ya ha sido tomada.

No en vano, la dación de cuenta tiene por finalidad dar a conocer la decisión adoptada para que la oposición pueda ejercer el control y fiscalización de los órganos de Gobierno, mediante preguntas, recursos, etc. Pero su objetivo no es debatir lo que ya ha sido resuelto.

En consecuencia, no hay lugar a dudas: no puede haber debate en las daciones de cuenta y así lo dice el Reglamento Orgánico Municipal. Es curioso que desde la oposición hayan insistido en pedir su aplicación para ganar minutos en algunas intervenciones y a continuación, cuando se percatan de que no les beneficia en otro punto, se hayan echado para atrás. Si se aplica, se aplica. Con todas las consecuencias. No se coge solo lo que a uno le interesa.

CONFUNDIR FUNCIONES
PNV, PP, Bildu y Ezker Anitza IU, además, confunden las funciones del Gobierno y de la oposición con sus críticas a la conversión de algunos textos presentados como moción en ruegos o a que algunas mociones aprobadas por el Pleno no se cumplen.

En el primer caso, la conversión de textos presentados como mociones en ruegos, el ROM dice que las mociones tienen que reunir unos requisitos. Si un técnico municipal constata en un informe que no se cumplen y que el texto es en realidad un ruego, el alcalde tiene la obligación de asumirlo.

Por otro lado, quien decide si se cumple una moción es el órgano al que se dirige. En las mociones se hacen peticiones al alcalde o a otra institución, y son éstos quienes deciden si quieren cumplirlas. Al Gobierno local le pasa a menudo con Diputación y los Gobiernos Vasco y central. “No nos hacen caso y evidentemente no nos gusta, pero están en su derecho”, insiste Fernández. Con el alcalde ocurre lo mismo. Puede no gustar a la oposición que se considere oportuno no llevar a cabo una petición de un determinado grupo político, pero queda claro que es decisión del alcalde. La oposición puede pedir. El alcalde decide.

Esto pasa también con las proposiciones no de norma o de ley en las Juntas Generales, el Parlamento Vasco o el Congreso de los Diputados. Esos organismos proponen, pero los mandatarios de turno deciden. Y en esas administraciones gobiernan otros partidos que también están representados aquí, por lo que estoy seguro de que conocen las reglas del juego.