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Los trabajadores del grupo Kider piden a las instituciones que actúen para evitar el cierre

Los trabajadores del grupo Kider, al que pertenece la empresa barakaldesa Mebunik han realizado una marcha desde del centro de trabajo de Burtzeña hasta la delegación del Gobierno Vasco en Bilbao. Con esta iniciativa buscan la implicación de las instituciones —Gobierno Vasco y Diputación de Bizkaia y Álava— para garantizar la continuidad de la actividad y el mantenimiento de los 400 puestos de trabajos que dependen directamente del grupo. Los alrededor de 70 empleados de Mebunik se encuentran en estos momentos en un ERE temporal que concluye el 31 de enero. Según han explicado a Barakaldodigital portavoces del comité de empresa, el ERE se solicitó a la espera de un "supuesto" fondo que invirtiese en la empresa. Ese expediente ha supuesto "un balon de óxigeno" para los trabajadores que han podido evitar dejar de cobrar este mes. Los trabajadores reclaman a lasinstituciones que se impliquen para "darle futuro" al grupo —con plantas en Amurrio y Barakaldo— y a los empleados y evitar que la situación del paro empeore en la Margen Izquierda y valle de Ayala.

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Comunicado
El próximo viernes día 17 de Enero los trabajadores del grupo Kider realizaran una marcha desde el centro de trabajo de Mebunik en Burceña hasta el Gobierno Vasco en Bilbao en defensa de sus puestos de trabajo.

El Grupo Kider cuenta con cinco centros de trabajo repartidos por Euskal Herria (Amurrio y Barakaldo), una plantilla directa de 400 trabajadores y genera 800 puestos de trabajo más de manera indirecta. Su actividad consiste en el diseño, fabricación y comercialización de mobiliario y equipamiento comercial.

La plantilla de Kider lleva casi un año viviendo una pesadilla constante, provocada por la ineptitud de su dirección y la decisión de sus accionistas (Caixa Bank y familia Lecertua) de abandonarlos a su suerte.

Dicha pesadilla comenzó en el mes de Enero cuando la Dirección presentó un ERE de extinción para 147 trabajadores y trabajadoras. La respuesta dada por la plantilla obligó a la Dirección a retirar el ERE de extinción. El movimiento siguiente de la Dirección fue presentar el pre-concurso de acreedores en el mes de Febrero.

Durante el pre-concurso se inició un proceso negociador en el que a través de un programa de bajas voluntarias incentivadas la plantilla cerró un acuerdo con la Dirección de la Empresa y su Consejero Delegado para acometer la re-estructuración de la misma. Este acuerdo fue incumplido de manera unilateral al decidir Caixa Bank y familia Lecertua (principales accionistas) no poner el dinero al que se habían comprometido con el PRECO como testigo. Los accionistas han manifestado su desinterés por mantener la actividad de Kider y dedicarse a otros negocios: Los Lecertua en Suiza y Caixa Bank a meterse en el bolsillo el dinero del rescate bancario.

Tras el fiasco del pre-concurso la empresa solicita en julio el concurso de acreedores y actualmente la plantilla se encuentra en una empresa en la que los accionistas han confirmado su deseo de marcharse, la dirección esta en estado de hibernación y son los trabajadores y trabajadoras los que tienen que tirar del carro para que esta empresa no se desmorone. Los esfuerzos de la plantilla están encaminados a la llegada de un inversor que posibilite la continuidad de la actividad.

Esta es una muestra de la clase empresarial que tiene Euskal Herria, banqueros rescatados con dinero público y accionistas como la familia Lecertua que coquetean con el poder económico y político de este país pero que ponen pies en polvorosa con los bolsillos llenos a las primeras de cambio.

Desde el Comité del grupo Kider le preguntamos al Gobierno Vasco y a las Diputaciones de Araba y Bizkaia si en esto consiste su política industrial, banqueros sin escrúpulos y gente “de bien” que tras llenarse los bolsillos se marchan dejando Euskal Herria como un desierto industrial.

Este Comité pide implicación a las instituciones para que una empresa viable como Kider no se cierre, que si de verdad apuestan por el tejido industrial de Euskal Herria que lo demuestren aquí y ahora. La situación actual es critica y solo los trabajadores y trabajadoras de Kider no pueden sacar este proyecto adelante. Es necesario que las instituciones de este país se mojen de verdad. Aquí no hacen falta y no son suficientes buenas palabras hacen falta acciones y hechos consumados.

Los trabajadores y trabajadoras de Kider no vamos a dejar que esta empresa se muera y por ello las 400 familias que tenemos nuestro sustento directo en Kider, hacemos un llamamiento para que el Gobierno vasco y las diputaciones de Álava y Vizcaya se impliquen, ya que de no hacerlo y adoptar la misma postura que Caixa Bank y los Lecertua, el valle de Aiara y Ezkerraldea avanzarán un poco más hacía la miseria, la desesperación, la pobreza y la falta de oportunidades que ya campan a sus anchas gracias a las sucesivas reformas laborales y la falta de vergüenza de algunos empresarios e inversores, para los cuales la frase "Crear riqueza" no tiene sentido si no se refiere exclusivamente a riqueza para ellos.