por Mariela Estévez Campos | Fotos cortesía de Ibarra-Kaldu
En plena dictadura franquista, una cuadrilla de jóvenes barakaldeses creó en el barrio de Santa Teresa una agrupación cultural,
Ibarra-Kaldu, que sigue felizmente activa y que en 2016 cumplirá 50 años. En aquellos tiempos difíciles para la cultura en general, Ibarra-Kaldu, además de servir de centro de reunión para las gentes del barrio y de acoger actividades como el montañismo, la micología, el cine fórum o la halterofilia, se ocupaba especialmente de la difusión y conservación de las danzas y el folclore vascos. Abandonado el resto de las actividades, la agrupación es hoy en día un referente en el estudio y la difusión de la danza y la música del País Vasco. Con tres grupos de bailarines de distintas edades y el grupo de músicos que les acompañan, Ibarra-Kaldu lleva el folclore y la cultura vasca a los numerosos lugares de dentro y fuera de Euskadi en los que actúan. Del 6 al 8 de diciembre celebrarán en Barakaldo, en medio de graves dificultades económicas, la XVII edición del
Festival Internacional de Folclore que el grupo viene organizando desde 1997.
El certamen contará con la presencia, entre otras agrupaciones de la zona, del grupo de jota
Cinco Villas, de Zaragoza, y de los franceses de
Le Quadrille Occitan. La celebración de esta edición del festival se ha visto dificultada por la retirada de las subvenciones que recibían todos los años para el mismo por parte de la Fundación BBK y de la
Diputación de Bizkaia. La falta de estos fondos ha obligado a la formación a recortar al máximo en cuestiones como la publicidad o las visitas culturales que se ofrecen habitualmente a los grupos visitantes.
Pregunta. ¿Qué es Ibarra-Kaldu?
Respuesta. Es una agrupación que trabaja para el mantenimiento, el estudio y la difusión de la danza y la música del País Vasco.
P. ¿Cuándo surgió la asociación?
R. En 1966. Una cuadrilla de jóvenes de Santa Teresa decidió crear una agrupación cultural e incorporar a gente que conocían que bailaba en otros grupos. En la asociación, que era un poco el lugar de reunión de todo el barrio, además del grupo de danza que era la actividad principal había secciones de montañismo, micología, cine fórum, fútbol o de halterofilia entre otras.
P. ¿Ahora siguen realizando esas actividades?
R. No, con el fin de la dictadura pasaron a hacerse en las casas del pueblo y en los ‘batzokis’ que se abrieron. Ibarra Kaldu se centró totalmente en la música y la danza.
P. ¿Qué hay que hacer para ingresar en los grupos de baile?
R. El único requisito es hacerse socio y pagar una cuota anual. Los adultos se hacen socios y sus cuotas engloban a toda la familia, de manera que todos pueden participar en las actividades de la agrupación.
P. ¿Entonces no es necesario pasar una prueba?
R. No hay audiciones para entrar. Somos un grupo aficionado y no realizamos una selección. Nuestro objetivo es que el folclore llegue a todo el mundo, por eso no ponemos trabas. Cada uno desarrolla sus habilidades al ritmo que necesita, a unos les lleva más tiempo, a otros menos. Según van avanzando, pasan a aprender danzas cada vez más complejas.
P. ¿Cuántos grupos diferentes tienen?
R. Tenemos el de los niños y niñas entre cinco y nueve años. El grupo de las niñas medianas, entre 10 y 12 o 14 años. Y finalmente el grupo de los mayores, desde los 15 a los 51 años, con una media de unos 22 años.
P. ¿El grupo de instrumentistas recibe clases?
R. No, son músicos ya formados. Su función principal es acompañar a los bailarines que siempre actúan con música en directo. Es necesario por tanto que sean músicos cualificados que toquen varios instrumentos, porque en el repertorio llevamos piezas de las siete provincias de Euskal Herria y cada danza lleva su propia música y acompañamiento.
P. ¿Qué instrumentos tocan?
R. El chistu es el principal pero también acompañan con ‘triki-trixa’, ‘alboka’, gaitas navarras, dulzaina vizcaína y ‘txalapartas’. Además para tocar en ocasiones como, por ejemplo, el carnaval, reúnen una fanfarria en la que además de los instrumentos tradicionales, percusión y acordeones, incorporan violín, flauta y clarinete.
P. ¿Y en cuanto a los trajes?
R. Ese es un capítulo que cuidamos muchísimo y que supone una inversión terrorífica. Intentamos que sean réplicas exactas de los que se usaban en cada pueblo y en cada baile y que en la medida de lo posible las telas sean las originales. Por ejemplo, para las danzas de Bizkaia tenemos tres tipos de trajes diferentes: de hilanderas, de jotas y de la ‘Eguzki dantza’ de Lekeitio. Para las de Gipuzkoa cambian las camisas, las medias, los pañuelos. Hoy en día conseguir esto es muy caro, aunque ya existen varias tiendas que se dedican a la elaboración de trajes típicos.
P. ¿Los bailarines acuden con regularidad a los ensayos?
R. En nuestra agrupación pasa lo mismo que en cualquier otra. El grupo de exhibición de los mayores, que es el que va a los festivales, ensaya dos horas, dos veces a la semana. La gente tiene muchas más actividades y cuesta reunir a todo el mundo en todos los ensayos. Pero, en general, siempre hay un bloque suficiente para poder trabajar.
P. ¿Cuál es el mayor reto al que se enfrentan?
R. Supongo que la falta de varones. En el grupo de mayores la proporción es buena, pero llevamos dos años sin chicos en el grupo intermedio. De hecho, hemos hecho una campaña de captación en colegios en el que buscábamos sobre todo niños y nos estamos planteando para animarlos cambiar el programa de los pequeños que hasta ahora hacían danzas juego hasta que pasaban al grupo de medianos, para que empiecen a partir de los seis años a hacer ya danzas de chicos.
P. ¿Ya han empezado con los preparativos para el 50 aniversario?
R. Hemos tenido reuniones porque planeamos hacer un libro sobre la agrupación y eso lleva mucho tiempo. Pero el aniversario es en 2016, así que para organizar el resto de actividades: conferencias, conciertos o una posible actuación con los miembros de todas las generaciones que han pasado por el grupo, esperaremos a que la fecha se aproxime.
P. A finales de octubre han retomado el
cursillo que iniciaron el año pasado de danzas de romería. ¿Cómo funciona?
R. Ese cursillo está dentro de nuestra filosofía de difundir y enseñar nuestras danzas populares. Está dirigido a personas de cualquier edad o sexo que no se puedan incorporar a un grupo de exhibición pero que quieran aprender los pasos básicos para poder bailar en cualquier momento, en fiestas o en romerías.
P. ¿Es necesario ser socio de Ibarra-Kaldu para participar en este taller?
R. No. Además es gratuito. Decidimos no cobrar para facilitar que todos puedan acceder a él. Los monitores nos turnamos para dar las clases para evitar que la carga recaiga siempre en los mismos.
P. ¿Qué puede decir del Festival Internacional de Folclore que se celebrará del 6 al 8 de diciembre?
R. El festival responde a un viejo anhelo de la agrupación y se viene celebrando desde 1997. Estamos pues en la XVII edición. Los festivales internacionales de folclore funcionan con un sistema de intercambio que nos permite traer a grupos de otros lugares, incluso del extranjero, y al mismo tiempo acudir nosotros a dichos lugares para mostrar la riqueza de nuestro folclore y nuestra cultura. Este año hemos ido a Ibiza y a Becerril de la Sierra (Madrid). El grupo que se desplaza paga el viaje y los organizadores, el albergue, la manutención, la publicidad, la megafonía y visitas culturales y turísticas para los invitados.
P. ¿Qué grupos actúan este año?
R. El grupo de jotas Cinco Villas de Zaragoza y los franceses de Le Quadrille Occitan. El día 6, en el que se interpretará sólo música instrumental, actuará el dúo
Deno Bikotea y el grupo
Triskele, del País Vasco pero que hace folk irlandés, dentro de una iniciativa para dar la alternativa a grupos que están comenzando. Los músicos de la Escuela de Dulzaineros de Lutxana harán un pasacalles por el centro de Barakaldo y tocarán en el vestíbulo del teatro. Además, contaremos con la participación de Kilika Bertso Eskola, que además de presentar los actos como en los últimos años, realizará una pequeña competencia, coincidiendo con el hecho de que este año la final de ‘bertsolaris’ se celebra en la feria de muestras
BEC. El día 7 será el dedicado a la danza.
P. ¿La tercera jornada se hace fuera de Barakaldo?
R. Sí, se hará en el frontón de Las Carreras de Abanto y allí actuarán, además de los dos grupos invitados, los anfitriones del Enarak Dantza Taldea, que celebran su 35 aniversario.
P. ¿Reciben algún tipo de subvención para sus actividades?
R. Cada vez menos. Los recortes nos están afectando drásticamente. Este año la Fundación BBK y la Diputación de Bizkaia nos han retirado sus subvenciones para el festival y todavía no sabemos qué cantidad aportará el Ayuntamiento, que además nos la da después de realizado el acto. El teatro nos lo cede el municipio pero hemos tenido que recortar en publicidad (hacer menos carteles y ocuparnos nosotros de repartirlos) y en las actividades organizadas para los grupos de fuera (hemos eliminado el viaje en barco hasta Santurtzi, que suponía un gasto importante).
P. ¿Cuáles son las próximas actuaciones que tienen programadas en Barakaldo?
R. Además del festival, el 14 de diciembre participaremos en las celebraciones del 25 aniversario de la Escuela de Dulzaineros de Lutxana. El 24 de diciembre haremos la tradicional fiesta del ‘Olentzero’, en la que habrá juegos para los niños y chocolatada, y saldremos después a cantar por las calles con otros colectivos del barrio.
P. ¿Y los proyectos de la agrupación para el futuro?
R. Seguir captando cantera para formar nuevas generaciones de bailarines que permitan mantener el grupo vivo.