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> 04/01/2013. Urban-Galindo y la calle San Bartolomé dispondrán de contenedores de residuos orgánicos
> 16/11/2012. La Diputación subvenciona la instalación del quinto contenedor en los municipios de la Margen Izquierda
> 29/07/2012. Barakaldo colocará de forma "experimental" el 'quinto contenedor' para residuos orgánicos
> 12/06/2012. Eguzki denuncia la "maniobra" del PSE para impedir la implantación de contenedor de residuos orgánicos
> 09/06/2011. El grupo ecologista Eguzki pide un quinto contenedor de basuras sólo para residuos orgánicos
Nota de prensa
Reciclaje de residuos urbanos (RU) en Barakaldo: testimolianismo, desidia y una incineradora que alimentar
El 26 de abril de 2012 el Pleno Municipal decidió por unanimidad realizar una experiencia piloto colocando el 5º contenedor, o contenedor de recogida selectiva de residuos orgánicos, en Urban-Galindo (3.253 habitantes) y las torres de San Vicente (3.381 habitantes). Fue una decisión claramente insuficiente que reducía a mínimos ridículos la propuesta presentada previamente por Eguzki.
Denunciamos que transcurridos más de un año y seis meses, ningún contenedor de residuos orgánicos ha sido instalado en las zonas mencionadas. Es evidente que tanto el Gobierno Municipal como el Foral, (el responsable de financiar esa experiencia piloto) no tienen ninguna prisa, y probablemente tampoco interés, en dar una solución al problema de las basuras.
Antes de seguir hablando de Barakaldo conviene recordar que La Comisión Europea y el Parlamento Europeo consideran necesario acabar con los vertederos tradicionales y poner freno a la incineración de todo aquello que es reciclable o compostable. Estos, fijan el objetivo de no incineración de los recursos compostables y reciclables para el año 2020, así como la prohibición de los vertederos en masa para la misma fecha. Además, indican que para 2016 se deben recoger selectivamente un 60% de los residuos urbanos y para 2020 un 80%.
Es evidente que con la dinámica que se lleva en Bizkaia y en Barakaldo es imposible llegar a la meta que marcan las instituciones europeas. En Barakaldo en 2012 produjimos 35.012.130 kilos o lo que es lo mismo 35.012 toneladas de basura, de los cuales más del 80% fueron incinerados y otro 5% fueron a un vertedero. Es decir, la recogida selectiva supone menos de un 15% (4.980.230 kilos) del total, además hay que recordar que recogida no es lo mismo que reciclaje, ya que la cantidad que se recicla en realidad es mucho menor. Con iniciativas como la del Pleno de Barakaldo ¿Cuántos siglos necesitaríamos para reciclar la mayoría de los residuos urbanos?
Y es que, como es sabido, para que una incineradora funcione necesita cantidades ingentes de residuos que quemar, combustible que no se produciría si la mayoría de los residuos se reciclaran. Y todos hemos visto el gran interés de determinados partidos por abrir incineradoras, sirva de ejemplo la incineradora de Zubieta en Gipuzkoa. Por lo tanto, no es muy aventurado suponer que la actual desidia y desinterés buscan retrasar todo lo posible, o impedir, una recogida selectiva, reutilización y reciclaje de los residuos urbanos que pudiese poner en peligro la continuidad de la incineradora de Zabalgarbi, que se sitúa a escasos metros del límite municipal (Barrios de Santa Agueda, Zubileta…) y a menos de 5 kilómetros en línea de recta del casco urbano de Barakaldo.
No debemos olvidar, que Bizkaia es hoy en día el único territorio histórico de la CAPV que cuenta con una incineradora, y que ésta opera “eliminando” los residuos por combustión, nutriéndose también de gas natural y/o fuel oil para producir energía eléctrica, básicamente es una central térmica. Además, estudios realizados por expertos, señalan que Zabalgarbi, a duras penas alcanza el calificativo de planta de valorización energética, ya que el residuo (basura) combustible utilizado para la producción de energía ronda un escaso 30%, siendo el resto gas natural, lo que la hace poco rentable, sino fuera por las subvenciones que la misma recibe. Como dato destacar, en 2012 los vecinos y vecinas de Barakaldo pagamos 1.972.875 euros por la incineración de residuos en Zabalgarbi.
Respecto a las consecuencias de la incineración, nos quieren hacer creer que esta técnica elimina los residuos. Pero, teniendo en cuenta sólo las cenizas e ignorando otros residuos como los gases, la reducción del volumen de los residuos es del 45%. Si hablamos de las emisiones que se dan en forma gaseosa y líquida (por lavado de gases), se liberan contaminantes como; dioxinas, furanos, metales pesados (plomo, cadmio, mercurio, etc.), gases de efecto invernadero (CO2, Nox, etc.) y otros productos químicos que permanecen sin identificar. La mayoría de las sustancias producidas son persistentes (resistentes a la degradación), bio-acumulativas (se acumulan en los tejidos de los organismos) y tóxicas, por lo que en caso de estar en estado sólido deben ser depositadas en vertederos de seguridad.
Así, el Instituto de la Salud de Madrid Carlos III, Centro Nacional de Epidemiología, en su estudio-informe de 2012 “La mortalidad por cáncer en ciudades situadas en las proximidades de incineradoras”, (un estudio realizado entre 1997-2006 en 8000 poblaciones situadas en un radio de 5 km de la incineradora), concluye que los resultados respaldan la hipótesis de un riesgo estadísticamente significativo más elevado de morir a causa de todos los tipos de cánceres, tanto en hombres como en mujeres que viven en municipios situados cerca de incineradoras y plantas de tratamiento de residuos peligrosos. Más concretamente, aumenta el riesgo de padecer tumores en el estómago, hígado, pleura, riñones y ovarios.
Mediante este escrito denunciamos la falta de planificación e interés por parte del Gobierno Municipal y el Foral para avanzar de manera decidida en la recogida selectiva, reciclaje y reutilización de los residuos urbanos.
Así, consideramos que debe ser el Ayuntamiento quién lidere un debate social y participativo. Para esto, creemos necesaria la creación de un Consejo Municipal Asesor sobre residuos que esté abierto a las organizaciones vecinales, populares y ecologistas. Cuya función sea, entre otras; determinar los medios y plazos más adecuados para avanzar decididamente hacia un objetivo ambicioso pero posible: cumplimiento de las recomendaciones de las instituciones europeas como punto de partida para conseguir que en Barakaldo se haga una recogida selectiva efectiva de los residuos y que en el tratamiento el reciclado y la reutilización pasen a un primer plano.
