El palacete de San Vicente —también conocido como la Casa de Genaro— ya no tiene árboles. Es la historia repetida. El 21 de agosto de 1996, en pleno periodo de vacaciones, el departamento de Servicios del Ayuntamiento de Barakaldo, dirigido desde hace décadas por el concejal Jesús María González Suances (PSE), talaba el centenario chopo símbolo del barrio, plantado en 1875, situado junto al edificio histórico. El árbol "estaba seco y se estaba pudriendo", alegó el político entonces. 17 años después, la sorpresa y la indignación se extiende de nuevo porque en el mismo lugar, este miércoles 10 de octubre, los operarios han irrumpido con sus sierras y han acabado con dos magnolios y el laurel situados junto al mismo palacete. En este caso, las imágenes prueban que los árboles estaban vivos, como explica Patxi, vecino de la zona, que exige al menos una explicación municipal.
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Mensaje de Patxi
Este miércoles por mañana nos hemos desayunado en el barrio de San Vicente con la sorpresa de ver cortar los dos magnolios y el laurel que existían desde hace muchos años al lado del palacete, en la calle Francisco Goya, frente al Bar Osiris. Ha habido un gran revuelo en el barrio ya que nadie sabía el porqué. Los tres tenían sus ramas cargadas de hojas verdes, por lo que creemos que muy enfermos no podían estar. En las fotos se pueden apreciar el color de la madera, y las hojas verdes en el suelo. Pero todavía tenemos en la memoria el centenario chopo de la calle San Vicente, que misteriosamente enfermó pinchazo tras pinchazo y, claro, al final hubo que cortarlo una madrugada.
La pregunta general del barrio es ¿por qué?
Estamos hablando diariamente de la mejora de la calidad de vida del pueblo, de 'sostenibilidad' y de energías renovables, y nos cargamos a la mínima cualquier árbol que 'molesta'.
A nuestros hijos les enseñamos y les explican en ikastola que cuantos más árboles hay, mejor calidad de aire respiramos y, de repente, ven que desaparecen unos árboles de un lugar donde escasean. Poco mejora eso la calidad de nuestro barrio.
Recordemos que Barakaldo era un lugar de huertas, un pueblo agrícola, pero por lo que se ve, hoy nos gusta más el hormigón y el asfalto.
Al final lo nuestro son sólo suposiciones, así que no estaría mal que algún responsable del Ayuntamiento diese alguna explicación a los vecinos.
En el barrio de San Vicente podemos presumir de contar con muchas zonas verdes, pero no sé cómo acabará esto en el futuro.
Yo, la verdad, lo veo cada vez más complicado pensando además que el Ayuntamiento piensa también levantar toda la plaza de San Vicente para construir un aparcamiento subterráneo. Esto es lo que se lleva oyendo en San Vicente desde hace más de un año, y parece ser que con aprobación en pleno municipal.
Imaginamos que, con ello, los arboles que allí viven serán condenados al mismo final que los magnolios y el laurel del palacete.
Eso sí, luego tendremos una bonita plaza de hormigón y unas parcelas que no se venderán, como las ciento y pico que siguen vacías en el aparcamiento de Mukusuluba, y otras tantas en el estacionamiento de la Plaza Unión Sport San Vicente y similar en el de Eguskiaguirre. Pero bueno, esto sería tema para otra queja.
Seguro que el Ayuntamiento puede darnos una explicación que nos deje más tranquilos a todos.
Un saludo
Patxi