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El alcalde lamenta que siga habiendo actitudes incívicas pese a "los esfuerzos" del Ayuntamiento

El alcalde de Barakaldo, Alfonso García Alonso, ha lamentado que las actitudes incívicas continúen pese a "los esfuerzos del Ayuntamiento, que ha hecho "casi de todo" para "intentar atajar el incivismo de unos pocos". En un nuevo artículo en su blog personal, titulado 'Cuidar la ciudad, cosa de todos', el mandatario considera que la falta de civismo es "un mal endémico" y reconoce que esas actitudes no han desaparecido pese a las campañas de concienciación y sanciones. "Se ha hecho casi de todo y aun así siguen surgiendo los mismos problemas. Quizás en menor medida, pero las actitudes incívicas no desaparecen del todo, ni mucho menos". Para el alcalde, en necesario "insistir" para concienciar a los ciudadanos de que "cuidar Barakaldo es cosa de todos".

Artículo del alcalde en su blog personal

Cuidar la ciudad, cosa de todos

La falta de civismo se ha convertido en un mal endémico de nuestra sociedad. No es casual que cada dos por tres aparezcan bancos rotos, chicles pegados en el suelo, heces caninas sin recoger o papeles desperdigados por el suelo, por poner algunos ejemplos comunes. Ocurre a menudo en todos los pueblos y ciudades, por lo que Barakaldo no es una excepción, pero no por ello quiero dejar de hablar de un tema que considero importante.

Muchos son los esfuerzos realizados por nuestro Ayuntamiento en los últimos años para intentar atajar el incivismo de unos pocos, y que el resto de la población no se vea perjudicada por su comportamiento. Campañas de concienciación, sanciones, Bandos… Se ha hecho casi de todo, y aún así siguen surgiendo los mismos problemas. Quizás en menor medida, pero las actitudes incívicas no desaparecen del todo, ni mucho menos.

¿Qué hacer entonces? En mi opinión, no queda otra que insistir. Porque este tipo de procesos de concienciación ciudadana no se consiguen de un día para otro.

Me contaba el otro día un buen amigo que en su empresa tenían la costumbre de dejar los ordenadores y luces encendidas al abandonar el puesto de trabajo, y que solo tomaron conciencia del problema cuando alguien decidió colocar carteles recordando la necesidad de ahorrar energía en todo tipo de interruptores y empezó a enviarles correos electrónicos todas las mañanas. Sí, es una decisión drástica, y a priori resulta imposible aplicarla a la calle. Pero demuestra que, cuando la razón está de tu parte, insistir es el camino.

Recordad: cuidar Barakaldo es cosa de todos. Hagámoslo.