Los vecinos y vecinas de Lutxana que acudieron al pleno de abril, celebrado el pasado día 25, se encontraron con un espectáculo lamentable.
Venían a defender su moción en la que pedían soluciones al problema de los Túneles de Lutxana y tuvieron que esperar 3 horas y media hasta que se trató su problema.
Cuando por fin los vecinos pudieron hablar para explicar sus peticiones asistieron a una guerra entre partidos y entre instituciones. PSE lanzaba críticas a diestro y siniestro, todo con tal de no asumir la culpa propia y la improvisación con la que venían actuando. La Etzaintza, la Diputación por construir la A8 y el Puente Rontegi fueron algunos de los objetivos de la ira del portavoz socialista.
Después de casi 30 años gobernando en Barakaldo y de haber esgrimido todo tipo de argumentos contradictorios para no resolver el problema, llegan los vecinos al pleno indignados por una nueva agresión a una barakaldesa, y se encuentran con el mismo espectáculo de siempre.
La guinda al pastel la puso el PSE cuando, al comentar que la institución foral ponía a disposición de Barakaldo 100.000 € para ayudar a construir el paso en superficie, el portavoz del equipo de gob, en vez de agradecer la ayuda, volvió a criticarlo utilizando como argumento la demagogia más descarada que se pueda imaginar.
Me imagino que cuando los responsables de Diputación escuchen las declaraciones del PSE de Barakaldo a los que critican incluso por tratar de ayudar, ya que no olvidemos que en este asunto la Diputación solo está obligada a poner los semáforos en las carreteras fórrales y el resto es competencia exclusivamente municipal, se preguntarán si vale la pena colaborar con a quien parece que le molesta que le ayuden.
Menos mal que saben bien que los vecinos y vecinas de Barakaldo sí merecen y agradecen la ayuda foral y lo saben porque, a diferencia de lo que hace el equipo de gobierno de Barakaldo, los responsables forales mantienen contacto permanente con los vecinos y vecinas de Lutxana, escuchan sus demandas y en base a ellas toman decisiones. Por eso han puesto el dinero para ayudar a resolver el problema.
Una vez más, el PSE, cuando hay problema en Barakaldo, busca a otro a quien culpar en vez de asumir su responsabilidad, afrontar el problema y ponerse a resolverlo.
Cinco horas duró el pleno. De nuestro pueblo poco se habló. Los discursos de algunos nos llevaron a Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía, incluso hasta China. Los vecinos comentaban que no entendía por qué esos grupos municipales hablaban de todos esos lugares en vez de lo que nos toca, que es Barakaldo. La verdad, yo tampoco, pero se ha convertido en tónica habitual. Es la forma de desviar la inacción del equipo de gobierno.
Toda la tarde esperando con paciencia infinita y los vecinos y vecinas de Lutxana se fueron con su moción aprobada pero sin saber si el alcalde y su equipo respetarán lo que allí se decidió. Hasta 4 veces le preguntamos al alcalde si lo respetaría y calló. Mala cosa porque cada vez que ha respondido con un silencio ha acabado por hacer lo que le da la gana y no los que le piden los vecinos.