El Ayuntamiento de Barakaldo ha reconocido ante el juez que podía haber instalado ascensores en lugar de escaleras mecánicas para salvar el desnivel de 23 metros que separa el barrio de La Inmaculada de la calle Balejo en Cruces. Así lo ha indicado el asesor jurídico de la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Bizkaia (Fekoor), Guillermo Treku, que ha declarado a BarakaldoDigital que el perito municipal ha admitido que era viable colocar ascensores aunque ha alegado que esa solución puede generar "inseguridad". Paradójicamente, el propio Consistorio ha colocado ascensores en el barrio de Larrea y lo ha hecho con posterioridad a las escaleras de La Inmaculada. La sentencia se espera para verano por parte del juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Bilbao y Fekoor no prevé que tenga efectos prácticos un fallo contra Barakaldo, aunque sí consecuencias simbólicas y la asunción por la Administración de que las escaleras mecánicas no resuelven los problemas de movilidad.
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Treku ha destacado la incoherencia que, a su juicio, ha cometido el Consistorio al señalar en el juzgado que los ascensores pueden ser un punto de inseguridad y, al mismo tiempo, poner este sistema en Larrea, sobre el que no constan problemas de seguridad ciudadana.
El abogado de Fekoor ha indicado que tampoco el argumento económico es válido porque, según asegura, los ascensores son más económicos que las escaleras. En el caso de La Inmaculada, el Ayuntamiento anunció una inversión de 775.455 euros para las escaleras mecánicas mientras el coste de los ascensores se cifró oficialmente en 766.453 euros.
En cualquier caso, desde la federación se destaca que Barakaldo tenía que haber apostado por la solución que permitiera la máxima accesibilidad. Por el contrario, se eligió un proyecto que hace imposible el uso con sillas de ruedas. Así mismo, el letrado demandante ha asegurado que el Ayuntamiento no ha podido presentar ningún informe técnico que avale que la elegida era la mejor opción e incluso carece de un acuerdo que ordene la construcción de rampas fijas, que fueron realizadas tras las primeras protestas vecinales.
En relación a la alternativa construida, Fekoor destaca que supone un recorrido de 390 metros, de los que 199 son de rampas con pendientes que superan el 8% fijado por ley —la asociación estima que se ronda el 8,6%—, lo que hace "imposible" su uso en silla de ruedas debido al esfuerzo exigido.
Por el contrario, las escaleras mecánicas tienen una distancia total de unos 120 metros. A esta diferencia, se añade que las rampas no están convenientemente rematadas y carecen, entre otros elementos, de rodapiés, como impone la norma. Además, se ha colocado una canalización de agua en el firme y el paso de peatones da servicio a las escaleras mecánicas no a las rampas fijas.
