por Matías Karrillo
Tirado en el suelo del cajero de la BBK, en el número 13 de la Avenida de la Libertad, a plena luz del día, entre sus muletas desgastadas y casi rotas, duerme un indigente. Está a la vista de los ciudadanos que transitan y pasan de largo tras observar de reojo al sin techo tumbado y el cartel que, en letras rojas y pegado al cristal, señala "No a la pobreza". Minutos antes del encuentro con el reportero este viernes 9 de febrero, la policía ha irrumpido en el vestíbulo de la oficina y se ha llevado a otra persona que también se refugiaba del frío en el lugar. A él, más débil, le han dejado. Cuenta el protagonista de la historia que acude a dormir al 'albergue' municipal acondicionado en el polideportivo de Lasesarre. La situación allí, no es buena, según explica un compañero, que muestra un escrito en el que arremete contra las autoridades y señala que el gimnasio "ya está totalmente desbordado". La ley, recuerda, obliga a Barakaldo tener un albergue y comedor social, pero no se cumple.