• Asegura que el agua de consumo en Barakaldo "es la más segura y controlada de Euskadi" • Señala que el cierre del pantano ordenado el domingo pasado "es una medida preventiva" •
El Ayuntamiento de Barakaldo ha vuelto a asegurar que el agua que se consume en la localidad es "cien por cien segura" y que "cuenta con las máximas garantías sanitarias". Además, afirma que "el agua de Oiola es según los expertos una de las de más calidad del territorio porque el pantano se abastece en su mayor parte de los manantiales naturales de los Montes de Triano". El equipo de gobierno ha criticado las "tervigersaciones y falsas tesis legales y científicas" que aparecen en "carteles y panfletos" que ponen en duda la calidad del agua y acusa a los grupos que piden la desconexión del pantano y que se deje de consumir el agua procedente del mismo de pretender "arañar unos votos con un asunto tan sensible como éste".
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Nota de prensa
El agua que se consume en Barakaldo es la más segura y controlada de Euskadi
El pantano de Oiola está siendo sometido al más severo control por parte del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco
Barakaldo, 23-11-2012
Ante los carteles y panfletos repletos de tervigersaciones y falsas tesis legales y científicas aparecidos en los últimos días en Barakaldo poniendo en duda la calidad del agua que se consume en la ciudad, el Ayuntamiento ha vuelto a reiterar hoy que el agua que beben los ciudadanos y ciudadanas es 100% segura y cuenta con las máximas garantías sanitarias, tal y como confirman los sucesivos análisis que realiza Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, la institución competente en la materia.
La concejal de Disciplina Urbanística, Medio Ambiente, Sanidad y Consumo, Ana Belén Quijada, ha explicado en rueda de prensa que el reciente cierre del pantano de Oiola es una medida preventiva enmarcada en un protocolo de actuación estricto y cuyo objetivo es evitar posibles situaciones de riesgo, pero en ningún caso existe un riesgo real de contaminación.
Lo que indica el protocolo de actuación, realizado por recomendación de Sanidad del Gobierno Vasco, es cerrar el pantano cuando el caudal supera determinado límite, puesto que hubo una ocasión en 2008 en la que aparecieron isómeros de HCH o lindane en mínimas cantidades.
“No eran cantidades peligrosas. Se hizo un análisis de riesgos y se consideró que no había peligro significativo para la salud porque las cantidades aparecidas estaban por debajo de los límites considerados como seguros, pero desde entonces estamos tomando unas precauciones extraordinarias, ya que hablamos de un asunto de salud pública con el que no se puede jugar”, ha agregado Ana Belén Quijada.
MEDIDAS DE VIGILANCIA EXTRAORDINARIAS
Este protocolo de actuación de 2008 ha convertido el agua que se consume Barakaldo y en varios municipios del entorno que también se abastecen de Oiola en el agua más segura y controlada de todo Euskadi. Primero, porque el caudal se controla día y noche, y segundo porque el límite máximo de HCH o isómeros de lindane es de 20 nanogramos por litro, cuando el límite máximo en el resto de pantanos vascos es de 100 nanogramos por litro.
Pero, además, el agua de Oiola es según los expertos una de las de más calidad del territorio porque el pantano se abastece en su mayor parte de los manantiales naturales de los Montes de Triano.
Por tanto, los barakaldeses y barakaldesas no tienen por qué preocuparse. El agua que beben en sus casas es 100% segura y cuenta con las máximas garantías sanitarias. Y no lo dice el Ayuntamiento. Lo ha venido repitiendo en los últimos meses el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, aunque ciertas personas hagan oídos sordos y manipulen reiteradamente sus palabras.
Para Quijada, es curioso ver a esas mismas personas que ponen en duda la calidad del agua de Barakaldo consumiendo ese mismo agua: “En la vida real no parecen tan preocupados como aparentan en sus comparecencias en los medios de comunicación. Y eso es porque están haciendo política con el tema del agua. Simplemente, están intentando arañar unos votos con un asunto tan sensible como éste, lo que me parece una profunda irresponsabilidad que, como gobernante, no puedo dejar de denunciar hoy en público”.
PROTOCOLO ESTRICTO
El pantano de Oiola, propiedad del Ayuntamiento de Barakaldo pero situado en Trapagaran, se cerró por última vez el pasado domingo. Como la propia Quijada informó a los grupos políticos una vez tuvo conocimiento del asunto, fue hacia las 8.00 horas cuando, debido al agua acumulada como consecuencia de las lluvias de los días previos, se alcanzó un caudal de 63,36 litros por segundo en el arroyo de La Gorriga, superando el caudal (50 litros por segundo) límite establecido en el Procedimiento de Uso del Embalse de Oiola aprobado por la Dirección de Salud Pública del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco en 2008.
A las 8:00 horas, el mismo instante de superación del caudal, saltó la alarma del caudalímetro que el Ayuntamiento tiene instalado en el pantano y se activó el protocolo de cierre de la presa sin incidencias, dando parte al Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia.
Ahora, tal y como marca el protocolo de actuación, es necesario esperar los resultados de dos muestras (semanales) positivas consecutivas para poder volver a abrir el pantano. Es decir, el pantano estará al menos dos semanas cerrado.