La pasada semana finalizó con dos actos tantos dispares como la celebración de una Junta de Portavoces o la conmemoración de los actos programados con motivo del centenario de la Fundación Miranda.
El primero de los asuntos abordados dentro de la Junta de Portavoces tenía que ver con una propuesta que hacía Mercabilbao para comprar al Ayuntamiento su pequeña participación en la entidad. El Alcalde, como siempre, nos cedió la palabra de menor a mayor a todos los partidos, según nuestra representación en el pleno.
El representante de Bildu fue el primero en hablar e hizo una serie de preguntas, bastante lógicas por cierto: se ha interesado por cuestiones relativas al funcionamiento de Mercabilbao y a la situación en que quedaría la representatividad en sus órganos de decisión con la salida del Ayuntamiento de Barakaldo. El Alcalde le ha respondido: “No lo sé, de esto no sé nada, sólo sé lo que dice la carta que me han mandado de Mercabilbao”, y ha añadido que a él personalmente no le parecía bien que el Ayuntamiento se saliera de la entidad (no se sabe cuáles serán sus razones dado que dice no saber nada del asunto).
A pesar de no ser la primera vez que vivo una situación como esta, no acabo de acostumbrarme. En ese momento he pensado que no me podía imaginar a Iñaki Azkuna o a Ricardo Ituarte, por ejemplo, convocando una Junta de Portavoces en Bilbao o Santurtzi para conocer la opinión de los portavoces sobre si su ayuntamiento debe o no salirse de una entidad a la que pertenece y responder ante unas preguntas de lo más simples que “no saben nada”.
Por un momento confieso que incluso se me ha pasado por la cabeza levantarme y decirle que nos vuelva a llamar otro día cuando venga con los deberes hechos, pero represento a mi partido en mi Ayuntamiento, y a mi sí me gusta tomarme las cosas en serio. De modo que educadamente, le he dicho que nuestro partido no tiene por costumbre tomar decisiones sin tener previamente la información y que trasladaríamos nuestra opinión cuando se nos informara.
Así funciona el Ayuntamiento de Barakaldo. Su máximo responsable dice que “no sabe nada” del tema para el que él mismo nos ha convocado y se queda tan tranquilo. Si los barakaldeses le pagaran su sueldo por productividad, desde luego hoy no se hubiera ganado ni un céntimo.
CENTENARIO FUNDACION MIRANDA
El segundo punto de la Junta de Portavoces fue mucho más amable. La Asociación de Vecinos de San Vicente nos había pedido a los responsables municipales que concediéramos la medalla de oro a la Fundación Miranda que hoy cumple 100 años. Por supuesto, todos hemos estado de acuerdo.
Luego hemos tenido la oportunidad de celebrar con ellos su cumpleaños. Para los barakaldeses la Fundación Miranda es algo muy nuestro. Todos hemos oído contar en casa la historia de Antonio Miranda, que se fue a Cuba y volvió rico y que dejó todo su dinero para que en Barakaldo hubiera un asilo donde pudieran vivir a gusto los mayores del pueblo sin recursos. 100 años cuidando a los mayores de Barakaldo, estirando el dinero que Antonio Miranda les dejó para cuidar a tantos mayores como han vivido en la residencia durante estos 100 años.
La celebración comenzó con una misa en el antiguo asilo, hoy conservatorio de música. Cuando era pequeña iba con el colegio a cantar villancicos a los mayores del asilo el día de Nochebuena. Después de muchos años volví allí como estudiante del conservatorio. Hoy el salón de actos ha vuelto a convertirse en la capilla del Asilo Miranda.
Muchos barakaldeses y barakaldesas vinieron a este cumpleaños tan especial. Begoña nos enseñó unas fotos muy antiguas de su amama en la puerta del Asilo Miranda. Fue curioso encontrarnos con gente que hace muchos años dejó de vivir en Barakaldo pero que no quisieron perderse este merecido homenaje.
La familia Larrea nos delitó con una exhibición de deporte rural. Tres generaciones de la familia Larrea trabajando juntas me pareció una bonita forma de simbolizar el relevo de tantas generaciones como han ido pasando por la residencia Miranda durante estos 100 años.
Después comimos con ellos. Josu Sagastagoitia me contó su experiencia. El ex Alcalde de Barakaldo pertenece a la Junta Directiva de la Fundación. Josu me contó que él nunca faltó a ninguna de las reuniones de la Fundación Miranda porque estaba convencido de que esta era una institución muy especial para Barakaldo y merecía un cuidado muy particular. Tiene razón.
No quiero terminar sin tener un recuerdo especial para todos los barakaldeses y barakaldesas que a lo largo de estos años han encontrado en esta residencia su hogar. Zorionak! y como decía su Presidente, desd el viernes empieza el segundo centenario de la Fundación Miranda.
