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El PP denuncia la "lamentable" situación del barrio de La Inmaculada y que las escaleras mecánicas "nunca funcionan correctamente"

"La Inmacualda lleva la friolera de 30 años sin verse beneficiado de actuación de regeneración urbana alguna, salvo la instalación de unas escaleras mecánicas que, para colmo, nunca funcionan". Lo dice la portavoz del PP, Amaya Fernández, que ha exigido "una intervención inemdiata" por parte del Ayuntamiento para resolver la situación de este barrio, en el que ha destacado especialmente el estado del puente peatonal que conecta con el paseo a Barakaldo —a la altura de la desaparecida Cepsa—, en que su abandono llega al nivel de tener la iluminación navideña desde hace seis años.


Nota de prensa
Por el bienestar de los vecinos de Cruces
El PP exige al equipo de gobierno socialista una intervención inmediata en el grupo de viviendas de La Inmaculada
• Fernández: “Este barrio lleva la friolera de 30 años sin verse beneficiado de actuación de regeneración urbana alguna, salvo la instalación de unas escaleras mecánicas que, para colmo, nunca funcionan”.

21.junio.11.- La portavoz del Partido Popular de Barakaldo, Amaya Fernández, en una rueda de prensa celebrada en el barrio de Cruces, ha denunciado la lamentable situación en que se encuentra el grupo de viviendas de La Inmaculada.

La construcción de este grupo data de los años ochenta y no ha sido objeto de ninguna actuación integral de reforma desde entonces. “Un paseo por la zona supone para el viandante un viaje al pasado en sentido literal y es que algo tan elemental en pleno siglo XXI como es el soterramiento del cableado eléctrico, aquí no se ha llevado a cabo y los cables cruzan las calles de edificio a edificio sujetos por unos miserables postes de madera” explicó Fernández.

Lo mismo cabe decir del alumbrado público y es que las farolas que rodean la zona hace años que quedaron desfasadas, no sólo por el aspecto roñoso que tienen, sino porque el transcurso de treinta largos años ha hecho que apenas iluminen por la noche y que, además, no incorporen ninguno de los avances que se han producido en el terreno del ahorro energético y, por tanto, impide beneficiarse, primero, de una menor contaminación lumínica y de la derivada de la propia producción de electricidad y, segundo, de un gran ahorro económico que, sin duda, agradecerían las maltrechas arcas municipales.

Fernández quiso recordar que este grupo de viviendas se ha visto favorecido recientemente por la instalación de unas escaleras mecánicas que, divididas en tres tramos, hacen más fácil el tránsito por la zona. “Sin embargo, los vecinos nos han trasladado su malestar porque estas escaleras mecánicas nunca funcionan correctamente. Siempre hay alguna fase que está parada y, según han manifestado los vecinos, las escaleras del primer tramo llevan un mes y medio sin moverse”.

UN PUENTE EN ESTADO DE SEMI-RUINA

El puente que une el populoso barrio de Cruces con el resto de Barakaldo y que es a diario utilizado por decenas de vecinos se encuentra en un estado muy degradado.

Como se puede observar al cruzarlo, las barandillas están muy desgastadas y estropeadas por el paso de los años y las inclemencias del tiempo. El embaldosado es tan antiguo y está tan usado que resbala los días lluviosos que, como es sabido, son la mayoría durante el invierno y la primavera en Euskadi. Igualmente, parte de las baldosas rotas se han parcheado dejando un aspecto irregular y antiestético.

Además, según los vecinos del barrio, las luces que iluminan el puente no funcionan y, como se puede observar al atravesarlo, las mamparas que cubren las escaleras están rotas o a punto de romperse.

“El que las mamparas estén rotas supone un peligro grave, pues cualquier día se puede desprender alguna (por ejemplo, con una granizada) y herir a algún transeúnte. Además, la dejadez alcanza límites tan insospechados como que en los tirantes del puente aún están colocados cables que, hace seis años, sirvieron para la iluminación navideña del puente y que, a pesar de haber vuelto a ser utilizados desde entonces, no han sido retirados” apostilló la portavoz popular.

Además, este puente se ha convertido en un auténtico vertedero. Toda la planta baja se encuentra repleta de botellas que las brigadas de limpieza municipal no han retirado en mucho tiempo y que, sin duda, constituyen un foco de suciedad importante.