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Cristina Alberdi | taller de manualidades Escabel
“Una caja de cromos se convirtió en mi futuro”

por Koldo Llorente y Erlantz Sánchez

Empezó en el mundo de las manualidades casi por casualidad y su taller de manualidades Escabel ya ha cumplido 17 años. Cristina Alberdi es, junto a su hermana Itziar, la única participante barakaldesa en el Salón de las Manualidades y Tendencias Creativas que se ha celebrado hasta el domingo en la feria de muestras Bilbao Exhibition Centre (BEC). La muestra, en la que  interviene por segundo año consecutivo, le permite dar a conocer su proyecto y exhibir los trabajos que realizan sus alumnas. Pintura en tela, cerámica, o restauración de muebles son algunas de las propuestas que se encuentran en su local de la calle Arrandi.

P. ¿Por qué decidió dedicarse al arte?
R. Empecé pintando una caja de cromos que me regalaron y me pareció un mundo muy interesante. Más tarde acudí a cursillos para ir perfeccionándome. Pronto me di cuenta que se me daba muy bien y que ese sería mi futuro. Además creo que puedo ofrecerle a la gente algo original y bonito.

P. ¿Ha estudiado en este campo?
R. No tengo estudios de Bellas Artes ni nada por el estilo. Simplemente estoy muy reciclada con los cursillos que nos ofrecen los fabricantes cuando sacan productos nuevos. Me he buscado yo la vida.

P. ¿Qué significa para usted participar en este Salón de Manualidades?
R. Pues muchas cosas. Para empezar es una buena manera de darte a conocer ante los demás, explicarle a la gente que no conoce el mundo de las manualidades las cosas que hacemos.  Además hemos expuesto obras de nuestras alumnas, para que la gente vea que personas que no tienen experiencia pueden hacer trabajos muy bonitos.

P. ¿Qué otros trabajos ha expuesto?
R.  Llevamos dos años exponiendo en este salón, aunque mi tienda Escabel, en la cual llevo 17 años, está siempre abierta a la gente para que puedan ver ahí nuestro trabajo.

P. ¿Qué tipo de trabajos hacen en Escabel?
R. Hacemos de todo, pintamos en seda, en tela, cerámicas, lámparas de cristal. En general todo tipo de manualidades.

P. ¿Cuáles son sus planes para el futuro?
R. Lo primero superar la crisis (risas) que en la tienda se nota bastante, pero en lo profesional ofrecer cada vez más cosas y avanzar. Si la gente no se puede permitir comprarse un mueble nuevo pueden optar por traernos un mueble viejo para redecorar. Sobre todo seguir innovando para que nos den de comer.

P. ¿Tiene algún objetivo concreto?
R. No, la verdad es que no. Yo me conformo con tener mis cursillos con gente que vaya y se lo pase bien, que salga a gusto con los trabajos que realizan, eso es para mí lo más importante. Y nada más, bueno, hacerme rica, aunque lo veo bastante difícil (risas).

P. ¿Para qué tipo de gente están dirigidas sus actividades?
R. Para todo tipo de personas menos niños. Esto es cosa propia porque tengo muy poca paciencia con los pequeños. Tengo alumnas desde 18 años hasta abuelas de 80. Todas tienen sus habilidades y sus gustos. Cada una hace un trabajo específico. No es lo mismo una chica de veintitantos años que esté montando un piso que una abuela que está haciendo cosas para el nieto. También es verdad que los chicos son menos habituales en este tipo de actividades, pero los que van son muy buenos. Les cuesta un poco adaptarse porque los cursos son de mujeres y les da un poco de vergüenza.

P. ¿Cuál es su opinión sobre la oferta cultural que tiene Barakaldo en relación al arte?
R. No es mala. Lo que pasa es que la gente no se interesa demasiado. Yo estoy aquí estos días escuchando a tantísima gente y se oye mucha estupidez. No hay interés. La gente quiere comprar barato, hacer cosas bonitas. Está muy poco informada del tema cultural. Con esto me refiero a lo mío y a todo lo demás. Además ya casi nadie quiere gastarse dinero en esto. Es una pena.