El barrio de El Regato, el llamado 'pulmón verde de Barakaldo', apenas contaba con poco más de medio centenar de casas hasta hace un par de años pero la fiebre constructora que ha afectado a la anteiglesia no ha dejado escapar a esta zona rural. El pueblo, que no alcanzaba las 70 viviendas hace un par de años, ha visto cómo se disparaba el número de edificios hasta provocar un crecimiento de aproximadamente el 60% —el Plan General de Ordenación Urbana de 1999 permitía 36 viviendas—. Lo ha hecho además con edificios que contrastan abiertamente con la estética y estructura tradicional. Además de desterrar la piedra, la mayoría de los inmuebles nuevos se caracterizan por hasta duplicar en altura a las casas antiguas. Entre los casos más llamativos de discrepancia con el entorno se encuentran las viviendas de chapa de colores levantadas en la escarpada calle San Roque.
Gorostiza
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