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La izquierda 'abertzale' califica el derribo del chalé de Orconera como "uno de los mayores atentados culturales" en Barakaldo

El PSE apoyó en 1988 destinar los chalés de Orconera a equipamientos culturales Los edificios pasaron en 1993 a propiedad municipal El PGOU señalaba el "indudable valor histórico y tipológico" de estas casas Izquierda 'abertzale': "Es obvio que ni PSE, ni PNV ni PP tenía el firme propósito de mantenerlos" Socialistas, nacionalistas y populares han estado en el Gobierno local "y no han movido un dedo para posibilitar una adecuada conservación" de los chalés
Es "uno de los atentados culturales más graves habidos en Barakaldo y en Euskal Herria". Con estas palabras ha expresado su protesta la izquierda 'abertzale' ante la decisión, promovida por el alcalde, el socialista Tontxu Rodríguez, de derribar el centenario chalé de Orconera, uno de los últimos vestigios de la historia industrail y minera de la anteiglesia. Para esta formación, se trata de "un expolio cultural e histórico en aras de un modelo urbanístico especulativo" en "beneficio de intereses económicos privados".


Nota de prensa
CON EL DERRIBO DEL ÚLTIMO CHALET DE ORKONERA SE CONSUMA UNO DE LOS MAYORES ATENTADOS CULTURALES EN BARAKALDO

El viernes 16 de abril fue derribado el último chalet de Orkonera que quedaba en pie. Se consuma uno de los atentados culturales más graves habidos en Barakaldo y en Euskal Herria. Este chalet formaba parte de lo que fue la primera colonia obrera y primer ejemplo de “ciudad jardín” construido en territorio vasco en el siglo XIX y era uno de los 5 edificios que permanecían de aquella urbanización singular. Un expolio cultural e histórico en aras de un modelo urbanístico especulativo que ha colmatado de ladrillo nuestro municipio y que, contradictoriamente, no ha servido para favorecer el acceso a una vivienda, sino al contrario, ha convertido nuestro municipio e unos de los más caros del estado español.

Un patrimonio colectivo destruido en beneficio de intereses económicos privados, bajo cuya sombra se cobijan responsables políticos: PSOE, PNV y PP. Estos grupos comparten dicho modelo urbanístico depredador y, en el caso que nos ocupa, además, no han dudado en recurrir a la mentira y al ninguneo de la opinión de colectivos de todo tipo que han venido reclamando el mantenimiento de los citados chalets.

En el año 1988, el Pleno Municipal – con los votos del PSOE y Herri Batasuna y la abstención del PNV - aprobó una Moción del tejido asociativo de Lutxana para destinar tales edificios a actividades socioculturales. Ya en aquél momento, los colectivos exigieron del Ayuntamiento la adopción de las medidas necesarias que impidieran el deterioro de los chalets, ya en aquél entonces en estado de abandono. A pesar de que en el año 1993 dichos chalets pasaron a propiedad municipal, no sólo no se ejecutó el citado acuerdo plenario, ni se procedió a realizar medidas de mantenimiento y conservación, sino que continuó su abandono y a pesar de que, en el PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA del año 1998, se consideraba dichos edificios como objeto de protección, por su “indudable valor histórico y tipológico”, a la vista de los acontecimientos es obvio que ninguno de los tres grupos políticos mencionados tenía el firme propósito de mantenerlos, de ahí el abandono que, a pesar de esta supuesta protección, continuó deteriorando su estado físico. Es decir, los responsables de la lamentable situación que presentaban, no son otros que PSOE, PP y PNV, partidos que, a lo largo de esos años, han venido conformado la Comisión de Gobierno Municipal y no han movido un dedo para posibilitar una adecuada conservación de los citados edificios.

Esta destrucción, además, pretendieron justificarla vendiendo un proyecto “varguardista” – realizado por urbanistas de supuesto reconocimiento internacional, el famoso “Central Park” anunciado por el Alcalde Tontxu Rodríguez...- que, como en el caso de Sefanitro, ha sucumbido al imperio del mercado inmobiliario y la crisis económica. Hoy, dichos terrenos son propiedad de entidades bancarias, como Bancaja, cuya responsabilidad en esta destrucción también hay que denunciar. Cualquier otra solución para abordar la utilización inadecuada de dicho chalet hubiera sido más adecuada que proceder a destruir este elemento patrimonial. Esta forma de proceder es calcada a la seguida por el entonces alcalde en funciones, González Suances, aquél 13 de agosto de 2007 cuando envió a la policía para proteger las escavadoras que derribaron 4 de los chalets. El viernes 10 un decreto de Alcaldía autorizó el derribo de dichos edificios y el lunes 13 se consumó la destrucción. Para otras cuestiones no se dan tanta prisa.

Su “famoso” Parque Serralta, de cuya viabilidad nadie osa pronunciarse hoy en día, sólo ha conllevado la destrucción de unos edificios únicos en nuestro municipio, en contra, además de la voluntad del vecindario y colectivos ciudadanos de todo tipo. En este sentido, las proclamas del PSOE, PNV y PP sobre participación vecinal en los asuntos municipales suenan a insulto e hipocresía, quedando sepultadas por toneladas de escombros. En materia urbanística, estos grupos tienen claro que cualquier propuesta vecinal que ponga en entredicho el modelo especulativo actual va directamente a la papelera. Con el negocio no se juega.

Izquierda Abertzale en el Ayuntamiento de Barakaldo
Txiki Castaños. Concejal