Los hechos tenían lugar pasadas las seis y media de la tarde de ayer, cuando una dotación policial, formando parte del dispositivo preventivo contra el tráfico de drogas que la Ertzain-etxea de Sestao lleva a cabo regularmente en su demarcación, detectaba la presencia de una mujer en la Plaza Los Hermanos, de Barakaldo, que les infundía sospechas.
La vigilancia sobre la mujer ofrecía su fruto poco después, cuando un individuo se acercaba a la sospechosa y, tras mantener una breve conversación, ofrecía a la mujer un billete y recibía a cambio una bolsita con una sustancia blanca.
Una vez obsesrvado este comportamiento, los ertzainas interceptaban a la mujer, mientras otra patrulla hacía lo propio con el comprador, quien confirmaba a los agentes que lo que había comprado era una dosis de heroína, que le era incautada.
Tras identificar a la sospechosa, una mujer de 40 años de edad, los agentes procedían a su detención bajo la acusación de un delito de tráfico de estupefacientes.
Detenido por vender heroína utilizando un comercio como lugar de contacto
Por otra parte, otra patrulla de la Ertzain-etxea de Sestao, formando parte del mismo dispositivo preventivo, detenía en la tarde de ayer, también en Barakaldo, a un hombre de 29 años bajo la acusación de tráfico de drogas.
La Ertzaintza había recibido días atrás la información de que un individuo utilizaba el comercio que regentaba en el barrio de San Vicente para traficar con drogas.
Ante este hecho, la Policía vasca ponía en marcha una investigación que le permitía identificar a los propietarios del negocio. Además, se llevaba a cabo un dispositivo de vigilancia del local que, en la tarde de ayer, permitía detectar la llegada al mismo de un individuo, conocido politoxicómano, quien, tras permanecer unos minutos en el interior de la tienda, salía al exterior y se quedaba en las cercanías en actitud de espera.
Poco después, los agentes podían ver cómo el propietario llegaba con su vehículo, acompañado de otro individuo, y cómo el primer hombre se acercaba al mismo, de forma que, tras tras conversar unos instantes, entregaba al conductor un billete para que este, a su vez, le hiciera entrega de un envoltorio de color claro.
Así, mientras otra patrulla interceptaba al supuesto comprador, comprobaba que el envoltorio en cuestión contenía heroína, y se incautaba del mismo, los ertzainas podían ver cómo los ocupantes del coche se introducían en el comercio y, tras manipular diversos efectos en la zona del mostrador, se disponían a salir al exterior.
En ese momento los policías los interceptaban y, tras identificarlos, les realizaban un registro preventivo. Así, en contraban en poder del acompañante dos envoltorios de color claro, conteniendo supuestamente heroína, que le eran aprehendidos. Además, al propietario del negocio le encontraban en sus bolsillos también dos envoltorios similares, además de una navaja y 780 euros, que le eran incautados. Como quiera que uno de los ertzainas se daba cuenta de que el sospechoso escondía algo en una de sus manos, le conminaba a que se lo entregara. Sin embargo, antes de que pudiera evitarlo, el hombre se introducía en la boca los dos envoltorios que escondía y se los tragaba.
Por todo ello, los agentes procedían a la detención del propietario del comercio, un varón de 29 años, acusado de un delito de tráfico de drogas. Tras ello, el sospechoso era trasladado a un centro hospitalario para evitar que la ingesta de la supuesta droga pudiera suponerle problema alguno.
