Son 14 segundos de
una grabación realizada desde un móvil en uno de los dormitorios de la Academia de Policía vasca en Arkaute. Los gritos de "no, no" de la víctima, Iñaki G. M., aspirante a ertzaina de la promoción 19º que cursó estudios entre octubre de 2005 y junio de 2006, evidencian que el denominado cucharón es algo más que una broma pesada. Tuvieron que pasar 17 meses para que los dos alumnos agredidos - que finalmente no sacaron la plaza - vencieran el "bloqueo mental", la "vergüenza", el "miedo" y "la indignación" que les supuso esa vejación para acudir a la vía penal. Durante muchos meses sólo un profesor del colegio Salesianos de
Barakaldo estaba en el secreto de la vejación.
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