Osakidetza abrió ayer por la mañana la planta primera izquierda del hospital de Gorliz, con capacidad para treinta enfermos, después de que los responsables de Cruces se viesen obligados a retrasar 16 operaciones programadas para ayer al no disponer de camas suficientes para ingresar a los pacientes tras la intervención, mientras las habitaciones del sanatorio vizcaíno permanecían cerradas. Sigue leyendo