Esta vez no fue la lluvia ni un conductor suicida lo que sembró el caos en la A-8, sino una perra desorientada que se plantó ayer en la mediana de la autopista a la altura de Barakaldo y se dedicó a cruzar la carretera de uno a otro lado para susto de los conductores. Las maniobras de la gente al volante por evitar atropellar al animal y los cortes puntuales que la Ertzaintza hizo de esta vía para intentar darle caza provocaron retenciones y la colisión en cadena de tres vehículos. El can, un galgo español llamado 'Careta', no se dejó coger por la Policía y reapareció atropellado a varios kilómetros, en el puente de Rontegi. Sobrevivió, pero sufre graves heridas.
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