El Teatro Barakaldo acoge el domingo, a partir de las 19 horas, la actuación del Ballet Clásico de Moscú que pondrá en escena el ballet en dos actos “Giselle”, una de las piezas más emblemáticas de la historia de la danza que cuenta con Ekaterina Berezina y Nikolay Chevychelov como bailarines principales.
El Ballet Clásico de Moscú tiene como directores artísticos a Natalia Kasatkina y Vladimir Vasilyov que se graduaron en la Escuela de Coreografía del Teatro de Bolshoi y destacaron entre las más brillantes estrellas del Bolshoi entre los años cincuenta y setenta.
En 1977, ingresaron en el Ballet Clásico de Moscú, que en la actualidad está formado por 63 bailarines y posee un enorme potencial creativo reconocido por la crítica rusa, europea y americana, convirtiéndose en uno de los principales ballets rusos a la altura del Bolshoi o del Mariinsky.
Las producciones propias les han dado el reconocimiento como innovadores, convirtiéndose en los nuevos creadores de coreografías y nuevos lenguajes de la danza. Han creado su propio estilo que une la tradición clásica con elementos modernos. También han dado una nueva percepción a los clásicos.
Muchas figuras internacionales de ballet, como Michail Baryshnikov, Irina Kolpakova, Ekaterina Maksimova, Aleksander Godunov, Stanislav Isaev, han participado en los mejores montajes de la compañía.
El Teatro Barakaldo acoge el domingo, a partir de las 19 horas, la actuación del Ballet Clásico de Moscú que pondrá en escena el ballet en dos actos “Giselle”, una de las piezas más emblemáticas de la historia de la danza que cuenta con Ekaterina Berezina y Nikolay Chevychelov como bailarines principales.
El Ballet Clásico de Moscú tiene como directores artísticos a Natalia Kasatkina y Vladimir Vasilyov que se graduaron en la Escuela de Coreografía del Teatro de Bolshoi y destacaron entre las más brillantes estrellas del Bolshoi entre los años cincuenta y setenta.
En 1977, ingresaron en el Ballet Clásico de Moscú, que en la actualidad está formado por 63 bailarines y posee un enorme potencial creativo reconocido por la crítica rusa, europea y americana, convirtiéndose en uno de los principales ballets rusos a la altura del Bolshoi o del Mariinsky.
Las producciones propias les han dado el reconocimiento como innovadores, convirtiéndose en los nuevos creadores de coreografías y nuevos lenguajes de la danza. Han creado su propio estilo que une la tradición clásica con elementos modernos. También han dado una nueva percepción a los clásicos.
Muchas figuras internacionales de ballet, como Michail Baryshnikov, Irina Kolpakova, Ekaterina Maksimova, Aleksander Godunov, Stanislav Isaev, han participado en los mejores montajes de la compañía.
