Un total de 3.073 barakaldeses son demandantes de vivienda y se encuentran apuntadas en el Servicio Vasco de Vivienda Etxebide, lo que supone un 8,3% más que hace un año, según han denunciado colectivos sociales que han reclamado el derecho a una vivienda digna.
Representantes de la plataforma contra la exclusión social Berri-otxoak, Cáritas, Juventud Obrera Cristiana, Geideak-MJAC, el centro asesor de la mujer Argitan y la Asamblea de Parados se han concentrado frente al Centro Cultural Clara Campoamor durante la celebración de un foro sobre vivienda.
Disfrazados de vivienda, estas entidades han presentado la campaña que desarrollarán para exigir el derecho a una vivienda digna cuyo acto central será una jornada de debate que se celebrará el domingo 17 de febrero en la plaza Bide Onera.
De 12 a 2 del mediodía se celebrará una concentración de apoyo y solidaridad con las miles de personas que no pueden acceder a una vivienda digna o tienen serias dificultades para llegar a fin de mes producto de los altos precios de los alquileres y las hipotecas.
Comunicado
En Barakaldo los jóvenes, las mujeres, las familias monoparentales, las personas desempleadas y las personas con trabajos en precario ven imposible el disponer de una vivienda. Así,
3.073 personas son demandantes de una vivienda y se encuentran apuntadas en el Servicio Vasco de Vivienda “Etxebide” -252 personas más que en el año 2007, produciéndose un incremento del 8’2%-.
El 72% de las personas inscritas, 2.182, cuentan con unos ingresos anuales inferiores a 16.100 euros –el año pasado eran 1.705 y representaban el 60%, lo que significa que se ha incrementado en un 11% los sectores que tienen unos salarios más bajos producto del empleo en precario que se crea en el municipio-.
El 52% de las personas inscritas, 1.583, demandan, o sólo pueden acceder a una vivienda en alquiler social –un 7% más que en el 2007-.
Los miembros de la unidad familiar, en un 67% de los casos, esta formado por una sola persona; en un 23% son dos las personas las que forman la unidad familiar; en un 5’5% es una familia de tres miembros; y el 4’5% son familias de cuatro o más miembros.
El 54’% de los inscritos en Etxebide, 1.652, son jóvenes menores de 35 años.
123 personas -91 varones y 32 mujeres- de Barakaldo actualmente pernoctan en los albergues para “sin techo” de Bilbao.
Además la última “Encuesta sobre Oferta de Viviendas, Garajes y Locales en la CAPV” de la Consejería de Vivienda del Gobierno Vasco señala que el precio medio del metro cuadrado en Barakaldo de una vivienda es de 4.311 euros, siendo el precio medio de una vivienda de 349.100 euros. El precio de las viviendas de segunda mano es de 276.100 euros, siendo el precio del metro cuadrado de 3.834 euros. El precio de un alquiler en Barakaldo es de 768 euros mensuales.
Según datos municipales (2006) del Departamento de Estadística, el parque total de viviendas es de 42.349. El número de viviendas vacías asciende a 4.974, el 11,75% del total.
Barakaldo se merece contar con una política de vivienda que impida la actual especulación. Para acercarnos a este objetivo el Ayuntamiento debería implementar las siguientes medidas:
Parque municipal de viviendas para todas aquellas personas con escasos recursos o que sufran situaciones de emergencia; para lo cual no ha de desprenderse de ninguna vivienda municipal.
Apuesta de forma decidida por el alquiler social. Se ha de optar al 10% del aprovechamiento urbanístico en forma de viviendas tal y como la ley permite.
Retirada del decreto que regula las denominadas Viviendas de Protección Local (VPL), o viviendas de precio tasado, cuyo precio es un 30% superior al de una Vivienda de Protección Oficial (VPO). Estas viviendas, además, se están edificando en suelo público que en un principio iba destinado a viviendas de protección oficial.
No vender ni un solo metro de suelo público. Dedicar, tal y como la Ley obliga, un 10% del presupuesto municipal a comprar suelo para crear un Patrimonio Público de Suelo. Dedicar todo el suelo municipal a la promoción de vivienda social.
Crear un registro de viviendas vacías y articular medidas de control que aseguren el uso, a través de alquileres sociales de los pisos vacíos existentes en la localidad.
Las ayudas sociales, destinadas al pago de la vivienda, deben ser garantizadas en su totalidad para evitar que las familias barakaldesas se queden en la calle.