Los mismos portavoces comentaron que la falta de médicos en la atención primaria (fundamentalmente) es reconocida por los propios responsables de Osakidetza, que al pertenecer al mismo partido que ha gestionado esta institución sanitaria desde su existencia “…difícilmente pueden ocultar sus responsabilidades, si no es a través de la gran campaña mediática que supone el llamado “pacto de salud” con el que el lehendakari quiere lavarse la cara”. Asegura Pensionistas.
Tal escepticismo con respecto a dicho plan vendría motivado por el hecho de que son los y las hasta ahora responsables de la actual Osakidetza quienes van a diagnosticar los fallos, decidir los puntos a tratar en las reuniones, la metodología y qué organismos van a ser invitados a acudir a las mismas. Por ejemplo, señalan que mientras representantes de los intereses de la medicina privada han sido invitados a formar parte del debate, se ha excluido a las plataformas OPA que representan a usuarios, vecinos, pensionistas…
Afirman que sin un buen diagnóstico compartido es difícil que se atine con la solución. Concretamente, siempre según Pensionistas, dicho diagnóstico solo habla de la salud como ausencia de enfermedad, sin considerar lo que es la salud integral; tampoco analiza el mal funcionamiento, aparentemente consentido hasta ahora, del transporte sanitario (Ambulancias La Pau), ni pone freno a las privatizaciones y externalizaciones de múltiples servicios, ni a la deficiente financiación de la Atención Primaria (Ambulatorios), entre otras faltas. Tampoco reconoce que la falta de personal y sus precarias condiciones laborales puedan estar en la base de muchos fallos de funcionamiento; todo ello, según la lectura crítica que Pensionistas hace de dicho borrador.
Añaden además que pasado el verano, el 25% de la plantilla de médicos en Barakaldo está sin cubrir. Y se han ampliado a las esperas en algunos CS a los 7 o 10 días.
En otro orden de cosas, Pensionistas hizo balance de las protestas realizadas esta semana: la más satisfactoria fue la que se realizó el martes pasado frente al BEC, para dejar claro ante fondos de pensiones e instituciones que los derechos de los y las pensionistas (actualizaciones anuales, devoluciones a mutualistas...) nunca pueden ser la causa de los desequilibrios económicos de ningún departamento gubernamental. Apuntaron que tales desequilibrios habría que buscarlos en la prevista menor recaudación foral (-3,7%) debido a las rebajas en el Impuesto de Sociedades (-25%)
También hicieron balance de la reciente marcha a Madrid que se realizó el sábado pasado en colaboración con asociaciones de pensionistas del estado, en defensa del actual sistema público de pensiones, por su revalorización en base al IPC real, así como por una mejora en las pensiones más bajas con las que “malviven” diez millones de pensionistas, hasta igualarlas con el SMI, y en demanda de una auditoría que demuestre que el actual sistema es sostenible, y que “…Si no lo es, es porque el dinero de las pensiones se dedica a tapar otros agujeros”. Afirman.
También hubo un momento para recordar el genocidio palestino y las exitosas concentraciones que frente a los ayuntamientos de Euskal Herria se llevaron a cabo el lunes pasado, y en las que Pensionistas tuvo una presencia notable.
Tras la anunciada protesta frente al Hospital de S. Eloy, plegaron la pancarta hasta el próximo lunes 4 de noviembre.