El bloque de pisos, construido en 1917, lleva al menos 30 años sin realizar obras de mantenimiento "al menos con licencia". El mal estado se conoce desde al menos 2018, cuando se realiza la obligatoria inspección técnica de edificios (ITE), que "determina la necesidad de acometer actuaciones de grado 3, las denominadas urgentes" en la cubierta, cimentación y estructura y en fachadas. De hecho, la situación aún está sin resolverse, pendiente del certificados de subsanación de deficiencias (CSD).
La ITE recomendó realizar un estudio con un radar termatrack para detectar termitas en la estructura. De hecho, ya se tuvieron que hacer refuerzos en uno de los locales comerciales por este motivo. Pese a la situación, el Ayuntamiento ha tenido que apercibir a la comunidad de varias ocasiones hasta que finalmente se ha presentado el proyecto para el refuerzo parcial de los forjados de las plantas 1 a 4.
Los análisis de los daños por los insectos en la estructura de madera han llevado a recomendar el refuerzo de una viga en el techo de una de las lonjas, levantar un pilar en continuidad en el interior de planta 1, colocar dos vigas de acero UPN y reconstruir el forjado caído, entre otras medidas.
"Aún cuando el objeto de la actuación se articula como licencia, la situación del inmueble me- diatiza la naturaleza de la intervención que participa del contenido propio de los actos debidos, por lo que la ejecución de las obras de rehabilitación constituye no solo un derecho sino una obligación que debe atenderse sin mayores dilaciones dado que los plazos establecidos en la ITE se hallan manifiestamente agotados aún cuando la Comunidad ha promovido la licencia con diligencia con anterioridad a su vencimiento", indica el Ayuntamiento al conceder el permiso de las obras.