La transferencia supone que el Gobierno vasco pasará a gestionar los servicios operados por Renfe dentro de Euskadi. En Bizkaia son la línea C1 de Bilbao-Barakaldo-Santurtzi, la C2 Bilbao-Barakaldo-Muskiz y la C3, Bilbao-Llodio-Orduña (todas ellas de ancho ibérico) y la C4f Bilbao-Balmaseda (de ancho métrico). En Gipuzkoa, la transferencia incluye la C1 Irún-San Sebastián-Tolosa-Brinkola (en ancho ibérico).
El Gobierno vasco asumirá la regulación (entre otras cuestiones los derechos y deberes de las personas usuarias y la aplicación de su régimen sancionador por infracciones), la planificación de la oferta ferroviaria, la gestión (incluyendo la fijación de los servicios mínimos en caso de huelgas y los procesos de contratación para la prestación de los servicios), la coordinación y la inspección de estos servicios, así como la determinación de sus tarifas.
Arriola ha destacado que “nos queda camino por recorrer y trabajo que realizar antes de que se haga efectiva la competencia”, entre otras cuestiones el ajuste de detalles en los servicios ya existentes y la definición “completa” de los nuevos servicios. Para tal fin, el Gobierno Vasco se subrogará en el contrato que la administración central mantiene con Renfe Viajeros, vigente hasta finales de 2027. El acuerdo de subrogación se realizará en el plazo máximo de seis meses desde la publicación de la transferencia en el Boletín Oficial del Estado y el del País Vasco y en él se especificará la fecha de entrada en vigor del traspaso.
“La gestión de todas estas líneas nos brinda un mayor margen de maniobra para organizar el transporte de pasajeros en Euskadi y supone un paso muy importante para completar el mapa de las Cercanías ferroviarias en nuestro territorio”, ha destacado el consejero. Sobre la oferta de nuevos servicios, Arriola ha detallado que se van a crear en la zona de Karrantza (Bizkaia) y Araia y Manzanos en Álava.
El consejero ha puesto en valor los “meses de trabajo intenso en un ambiente de colaboración leal” entre las administraciones vasca y central para “llegar al mejor pacto posible, el más beneficioso para la ciudadanía”.
El acuerdo económico supone la compensación de 92,7 millones de euros anuales vía Cupo. Además, la transferencia cuenta con un plan de inversiones por parte de Adif para realizar mejoras en infraestructuras ferroviarias y otro plan de renovación del material rodante. Los servicios en la red de ancho estándar europeo seguirán gestionados por el Gobierno central, que asimismo seguirá regulando y ejecutando la infraestructura ferroviaria de interés general, la emisión de licencias de empresa ferroviaria, la seguridad operacional de la red de interés general y de los servicios que discurren por ella, la formación y la emisión de títulos habilitantes del personal ferroviario, la investigación de accidentes y las tasas en la red de interés general.
Por otra parte, el acuerdo incluye el traspaso de las líneas ferroviarias sujetas a la construcción y la puesta en servicio de la Variante Sur Ferroviaria de acceso al Puerto de Bilbao, para lo que será necesaria la exclusión de las líneas de la red de interés general. Son la Bilbao Abando Indalecio Prieto-Santurtzi, Desertu Barakaldo-Muskiz, Bilbao Mercancías-Santurtzi.
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Este texto es una nota de prensa del Gobierno Vasco