"Las y los trabajadores de Kbus instan al Ayuntamiento a activar de una vez por todas los mecanismos para exigir a la empresa actual u otra a que llegue a un acuerdo para que la plantilla tenga un convenio colectivo que recoja las peticiones planteadas y no esté el servicio a la cola del transporte público del territorio", señalan los representantes de los obreros.
Comunicado del sindicato ELA
Tres semanas de huelga ante la inacción del Ayuntamiento
Tras más de 11 meses de de movilizaciones y huelgas, la plantilla decide incrementar los paros y convoca huelga del 8 al 26 de enero. Las y los trabajadores de Kbus instan al Ayuntamiento a activar de una vez por todas los mecanicmos para exigir a la empresa actual u otra a que llegue a un acuerdo para que la plantilla tenga un convenio colectivo que recoja las peticiones planteadas y no esté el servicio a la cola del transporte público del territorio.
En diciembre del 2022 comenzaron las negociaciones para renovar el acuerdo que regula las condiciones de la plantilla del servicio de línea de Barakaldo de Kbus. Durante estos meses, la empresa Transtia, que también gestiona Bilbobus y varias concesiones de Bizkaibus, puso en cuestión la validez del acuerdo anterior y amenazó con dejar de aplicarlo. Tampoco se han producido avances para atender las reivindicaciones de la plantilla y constantemente ha indicado que con la licitación existente no cubren costes y están en perdidas.
Los grupos municipales de Barakaldo solicitaron en julio la intervención del ayuntamiento de Barakaldo, cartera que ostenta PNV, para resolver este conflicto. Pasados los meses, el Ayuntamiento ha mostrado siempre buenas palabras pero no ha dado soluciones, salvo el planteamiento realizado en noviembre a la plantilla de que anulara las huelgas, para pasar a tomar parte activa y ordenar a la empresa modificara la ordenación de los servicios mínimos, en un desplante claro por parte del grupo municipal de interferir en el conflicto, pero no en su resolución.
Después de muchas semanas sin interlocución con la empresa ni con el Ayuntamiento, la plantilla ha decidido convocar huelgas del 8 al 26 de enero. Las y los trabajadores de Kbus instan al Ayuntamiento a activar de una vez por todas los mecanismos para exigir a la empresa actual u otra a que llegue a un acuerdo para que la plantilla tenga un convenio colectivo que recoja las peticiones planteadas y no esté el servicio a la cola del transporte público del territorio.
