La estación término de la línea León-Bilbao, que el grupo ha seguido en su última semana de recorrido, fue el lugar elegido para concentrarse por última vez y pedir, bajo el lema “Súbete a la movilidad sostenible”, una apuesta por la mejora de la movilidad ciclista y ferroviaria. La entrega de firmas dentro de la campaña “Bicis al tren”, que aboga por la mejora del acceso de bicicletas en los ferrocarriles de FEVE y RENFE, puso punto y final a la concentración.
Previamente, el pelotón ciclista de Ecologistas en Acción había recorrido las localidades de la margen izquierda de la ría del Nervión Barakaldo —Sestao y Portugalete— para llegar al emblemático Puente Colgante por el cual cruzaron hasta Getxo. Desde allí, pasando por Leioa y Erandio, llegaron a la capital vizcaína donde realizaron una bicicletada festiva por las principales arterias de la ciudad.
Una vez concluída dicha bicicleteada, se celebró una comida de confraternización en la sede de Ekologistak Martxan en el casco viejo bilbaíno, y la fiesta continuó por las calles de la capital y del barrio de Retuerto en Barakaldo donde se alojaban los participantes de la Ecomarcha en sus dos últimas noches.
En la jornada previa del viernes 28, que partió de Balmaseda, se realizó una concentración frente a la planta de Petronor en Muskiz. Ahí se denunció la contaminación atmosférica y del agua que produce la central, el riesgo que supone para el vecindario y la ocupación ilegal del dominio público que realiza desde hace años. Desde Muskiz se continúo camino por un cómodo bidegorri (carril-bici) hasta Barakaldo, donde se realizó una bicicletada por las calles del centro de la ciudad que culminó con una concentración en la Herriko Plaza donde fueron recibidos por la concejala de medio ambiente.
Balance final muy positivo
Al terminar la marcha, las personas participantes valoraron la experiencia como muy exitosa. Fueron catorce días de pedaleo en los que se recorrieron más de 700 kilómetros, y en los que se pudieron visitar una gran variedad de problemáticas ambientales.
Siguiendo el eje de la movilidad sostenible —que trazaron vías ya clausuradas como el “tren burra”, la vía de la Plata, el Santander-Mediterráneo u otras en uso pero con múltiples deficiencias como la del tren de la Robla—el pelotón disfrutó de los valores ambientales del recorrido en las lagunas de Villafáfila y en la montaña palentina. También conoció luchas históricas olvidadas, como la del campo de tiro del Teleno, acompañó plataformas en defensa de diversos territorios amenazados y celebró victorias ecologistas, como el cierre de la incineradora de madera de Güeñes y Zalla.
La denuncia del modelo despilfarrador del transporte aéreo en León o de la tiranía del AVE, que no deja dinero para las líneas convencionales en el sur de Cantabria, se intercalaron con acciones que reivindicaron la vuelta de los trenes nocturnos en Reinosa o la mejora de la accesibilidad de las bicicletas en los trenes para mejorar la intermodalidad en la jornada final en Bilbao.
La movilidad urbana también estuvo presente en las bicicletadas de Valladolid, León, Barakaldo y área metropolitana de Bilbao, donde se dio apoyo a un modelo basado en la movilidad activa y el transporte público frente al vehículo motorizado, a la que algunos gobiernos retrógrados quieren volver en determinados ayuntamientos.
Reivindicando y sufriendo la movilidad también en la vuelta a casa
Una de las conclusiones de la Ecomarcha 2023 es lo mucho que queda por hacer para alcanzar un modelo de movilidad sostenible, socialmente justa y vertebradora del territorio. Es algo que se comprobó con algunas experiencias durante la ruta ciclista pero también al regreso a sus hogares de sus integrantes.
Las personas que decidieron deshacer el camino pedaleado en el tren de la Robla desde Bilbao hacia León sufrieron graves retrasos y tuvieron que ser trasladadas a autobuses y taxis debido a un accidente en el caso del sábado 29 y a una avería al día siguiente. Para Ecologistas en Acción, esta fue una toma de conciencia del mal estado de algunas líneas modestas de ferrocarril del Estado, precisamente las que dan servicio a la denominada “España vaciada”.
Lucas Barrero, coordinador de la Ecomarcha 2023 y portavoz de la organización ecologista, lo vivió en sus propias carnes: “Mi camino de vuelta a la sierra de la Aracena (Huelva) fue una auténtica odisea de más de 24 horas, en la que tuve que tomar un autobús, un tren, un coche compartido, y culminar el trayecto en vehículo privado. Se trata de un ejemplo puntual que da una idea de las dificultades que día a día viven muchas personas para realizar sus desplazamientos, mientras se derrochan escandalosas sumas de dinero en infraestructuras innecesarias y dañinas para el medio ambiente”.
Por todo ello, más allá del éxito de la Ecomarcha 2023, Ecologistas en Acción manifiesta su intención de seguir exigiendo un cambio de modelo de movilidad bajo el lema “Súbete a la movilidad sostenible”.