Aunque por el momento no es más que una filtración, en opinión de Pensionistas esta operación privatizaría gran parte de la atención primaria pública, gestionada hoy, todavía por la Seguridad Social ( Osakidetza, en Euskal Herria), particularmente la gestión de bajas y altas por enfermedades comunes, como la gripe, por ejemplo… recuerdan que las enfermedades laborales ya las gestionan las mutuas.
Opinan que los efectos sanitarios de tal privatización serían desfavorables para los y las trabajadoras ya que los médicos de las mutuas, en general dan prioridad a la reincorporación al puesto de trabajo, antes que a la total recuperación del paciente.
Por otra parte, continúan, sería un intento de perpetuar dos itinerarios: el primero, que sería el anteriormente descrito para trabajadores y trabajadoras en activo, dejando la atención de las enfermedades comunes al actual sistema público para pacientes no productivos: pensionistas, jóvenes en periodo de formación, mujeres con trabajos no remunerados…
Afirman que una tal división de la sociedad, el lo que se refiere al derecho a la salud, además de “falto de toda ética, podría ser inconstitucional, ya que rompe el principio de igualdad de la ciudadanía”. Añaden que “es fácil suponer cual de los dos itinerarios iba a ser favorecido presupuestariamente por los gobiernos venideros”.
Además “…el negocio de las mutuas es hacerse con la concesión; lo cual no garantiza que ese dinero público revierta en una mejor atención al trabajador o trabajadora enfermos”. Al respecto, dicen tener el precedente de las residencias concertadas, donde, como en todo negocio privado, escatimando recursos en el servicio se amplía el margen de beneficio.
También hicieron referencia a las recientes declaraciones de la Consejera Sagardui, en el sentido de suplir la falta de asistencia presencial en Osakidetza aumentando la “atención virtual” y la “atención en diferido”.
Otro portavoz Pensionista criticó la segunda fase de la reforma de Pensiones, ya que, según él, no sólo disminuye el 25% del poder adquisitivo de las pensiones (sumando todo tipo de recortes en las sucesivas fases de la reforma) sino que atrasa la edad de jubilación hasta los 69 años si se quiere obtener una pensión digna.
Concluyen que no es una reforma que traiga nada bueno a los trabajadores de las nuevas generaciones que se jubilen en los próximos años, e hizo un llamamiento a seguir en las plazas lunes tras lunes, defendiendo las pensiones y su carácter público; “… ya que incluso después de concluida esta reforma, seguirán planteando nuevos recortes, nuevos factores reductores, más años de trabajo…”
Concluyó con una alusión al sentido del voto en las próximas elecciones: “El día en que la ciudadanía deje de votar por tradición y ajuste el voto a su visión del Estado de Bienestar (Sanidad y Educación pública, Pensiones dignas, Empleo de Calidad y Cuidados de Larga Duración) todo empezará a cambiar.
Recordaron que el próximo lunes es el 1 de mayo, día de la clase trabajadora. Recomendaron acudir a la manifestación de los sindicatos, en Bilbao. Y se dieron cita en la plaza el siguiente lunes 8 de mayo.
