Las personas usuarias sufren directamente los trenes vandalizados con pintadas. Retrasos y trenes suprimidos por carencia de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad que impiden la circulación, frenazos de emergencia para pintar en medio de un trayecto o el olor de este producto químico es muy molesto por los viajeros, entre otros.
- En 2022, más de 25,2 millones de euros son los costes generados por los grafitis en los trenes de Renfe (más de 69.000 euros diariamente)
- Durante el año pasado, los vándalos han pintado cerca de 80.000m2 de superficie en trenes, 4000 m2 en Euskadi.
- Se han denunciado 3.559 intrusiones de grafiteros en nuestras instalaciones, 208 en Euskadi.
- En 2022, se emplearon 10.500 horas de trabajo en limpieza de trenes
- La presencia de personal de seguridad de Renfe evita que las pintadas sean de mayor dimensión además de abortar el año pasado 729 incursiones grafiteras
- El año pasado el personal de seguridad de Renfe detuvo a 33 grafiteros y las fuerzas y cuerpos de seguridad pusieron a disposición judicial a 150
- La pintura utilizada por los grafiteros, cerca de 16.000 litros aproximadamente, está compuesta sustancias tóxicas como el benceno o el 1,3-butadieno) que comportan efectos nocivos sobre el medio ambiente y las personas. Esta cifra supone unos 40.000 botes de pintura (residuo peligroso contaminado)
- La retirada de grafitis obliga a movilizar los trenes hacia los centros de limpieza. El consumo eléctrico de estos desplazamientos equivale al consumo de 400.000 Kwh o lo que es lo mismo, 36 millones de bombillas encendidas durante 1 hora o abastecer el consumo de más de 44.000 hogares durante 1 día.