“Los vecinos y vecinas quieren soluciones, no que se echen balones fuera mientras el problema no hace más que agravarse. La ciudad está cada vez más sucia. No lo digo yo; lo dice la gente de la calle. En conversaciones informales, en las redes sociales, en quejas formales… Hay mobiliario abandonado por las calles, colchones y otros enseres que se apilan junto a los contenedores, bolsas y bolsas de basura apiladas, suciedad generalizada… El Barakaldo de 2015 no es comparable en términos de limpieza con el Barakaldo de hoy día y eso es directamente achacable a la atropellada tramitación de este contrato”, ha advertido Fernández.
Además, Carlos Fernández ha lamentado que los trabajadores y trabajadoras adscritos al servicio están en una clara situación de vulnerabilidad en la defensa de sus derechos laborales y de su capacidad negociadora: “El año que viene expira su convenio y puede que no sepan ni con quién van a tener que negociar la actualización de sus salarios y otros aspectos laborales importantes”.
Cabe recordar que el contrato de limpieza y recogida de basuras es el de mayor cuantía económica de cuantos que gestiona el Ayuntamiento (40 millones de euros en 4 años) y el que, posiblemente, mayor impacto tenga en la vida cotidiana de los vecinos y vecinas.
Dos son las decisiones que han coincidido ahora para que no haya ninguna empresa a cargo de este contrato. Por un lado, el órgano de arbitraje del Gobierno Vasco ha anulado la decisión del PNV de obligar a la actual empresa gestora a seguir realizando el servicio pese a que una sentencia judicial dejó sin efecto la adjudicación. Por otro lado, la nueva adjudicataria ha negado al Ayuntamiento hacerse cargo del contrato