Los hechos tuvieron lugar a las 02:20 horas de la madrugada del pasado 17 de agosto, cuando el agente paseaba a sus perros por una calle de Barakaldo. En el momento en que pasaba frente a un bar de la citada localidad, observó que en la acera había cristales rotos provenientes de la ventana, por lo que procedió a inspeccionar su interior. Allí vio el haz de luz de una linterna y a continuación caer una caja registradora desde la ventana al suelo y acto seguido salir un hombre. Ante ello, le conminó dándole el "alto policía" a la vez que se identificaba exhibiendo su carné profesional y placa emblema sin que ello sirviera para que el autor de los hechos se detuviera, emprendiendo la huida a la carrera portando la caja registradora.
Así, el agente inició la persecución para, a unos 200 metros del lugar, lograr darle alcance, dónde intentó inmovilizarle sin éxito. Tras forcejear, el sospechoso consiguió zafarse y huir del lugar, pero, esta vez, sin la caja.
Inmediatamente después de la huida, el policía avisó a la Ertzaintza, llegando en breve tiempo una patrulla de la Policía Autonómica Vasca que se entrevistó con él y dio aviso de lo ocurrido a todos los indicativos que se encontraban de servicio.
Finalmente y gracias a las indicaciones y colaboración de este agente, otra de las patrullas de la Ertzaintza localizó a los pocos minutos, también en Barakaldo, al presunto autor de los hechos y procedió a su detención.