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Reconocen la incapacidad absoluta por asbestosis a una mujer de 88 años que fue hilandera en Viuda de Montero

Comunicado de la Asociación Vasca de Víctimas del Amianto. La Seguridad Social de Bizkaia ha concedido la incapacidad permanente absoluta por enfermedad profesional a Raquel M.E, de 88 años de edad, a la que se le diagnóstico una asbestosis en el Hospital San Eloy, tras su ingreso en urgencias, por fractura de la cadera izquierda a cauda de una caída. Esta incapacidad permanente supone una mejora sustancial de su pensión.

Raquel trabajó entre 1951 y 1963 como hilandera en la empresa Viuda de Francisco Montero de Barakaldo, elaborando cinta, cordón y otros materiales de amianto blanco o crisotilo. Actividad en la que se generaba mucho polvo y no disponer de ventilación, ni sistemas de aspiración. Entre otras actividades, recogían manualmente el material, que introducían en sacos. Una vez finalizada la jornada, se trasladaban a domicilio, con las batas de trabajo impregnadas de polvo, llevando incluso, las cejas blancas de amianto (llevando, por tanto, el riesgo cancerígeno), No son informadas del riesgo, no disponen de aspiraciones localizadas, ni protección respiratoria, ni normas de higiene que la legislación requería. 

Resulta inadmisible, la excusa tantas veces utilizada, afirmando qué en dicha época, no se conocían los riesgos del amianto, dado que, la asbestosis estaba reconocida como enfermedad profesional desde 1947 para las hilanderas del amianto.

La foto que adjuntamos, (en la que aparece Raquel en el centro, agachada) junto a sus compañeras de trabajo, en la puerta de la empresa Montero, con rollos de cinta de amianto sobre sus cabezas y cuello, es la mejor prueba, para desmentir los informes, señalando a Montero, como una de las empresas cumplidora de las normas de seguridad, que la legislación de la época requería con relación al ambiente polvoriento en el puesto de trabajo.

ASVIAMIE asociación vasca de víctimas del amianto, quiere agradecer el comportamiento de los profesionales sanitarios del Hospital San Eloy, los cuales no se limitaron a tratar la fractura de la cadera, pues una vez detectada la enfermedad pulmonar crónica, la estudiaron y diagnosticaron como una asbestosis pulmonar derivada de su actividad laboral en los años 50 y 60 con él amianto en Montero. Hecho que posibilita, la realización de gestiones ante Osalan y la Seguridad Social para el reconocimiento de la Incapacidad Absoluta derivada de enfermedad profesional y mejora de pensión de la Seguridad Social.