A mediodía del primer día de julio hace 25 años, Villar, concejala del PNV, entonces en coalición de Gobierno con el PSE, asumía las funciones de alcaldesa ante la ausencia del titular, Carlos Pera, y del sustituto habitual, Diego Moyano, ambos del Partido Socialista. En aquella fecha, la edil dijo sentirse "nerviosa" por la responsabilidad del puesto y añadió que se sentía "capacitada" para ejercer el cargo.
Todavía quedaban 18 años para que una lista electoral encabezada por una mujer ganara las elecciones municipales. Sucedió en 2015 con la candidatura de la actual mandataria Amaia del Campo, que inició su carrera política profesional con sólo 29 años, precisamente en el equipo que encabezaban Villar y José Benito Bengoa, tras la salida nunca claramente explicada del alcaldable José Miguel Belandia y la concejala María Teresa Loizaga.
Al entrar en el despacho como alcaldesa en funciones, Encarni Villar tenía 46 años y era administrativa de profesión. En la coalición PSE-PNV, ella tenía las responsabilidades de Obra Pública, Sanidad y Consumo. Del Campo desarrollaba un puesto secundario, de autoridad del instituto municipal de deportes (IMD). Habían pactado de nuevo socialistas y nacionalistas tras el escándalo en 1992 por el escándalo de corrupción que les salpicó en relación con la construcción del centro comercial Max Center.
Villar, fallecida en 2011 con sólo 60 años, era, a diferencia de la actual alcaldesa, cordial, sin dejar de tener una fuerte personalidad, como otras políticas barakaldesas en los primeros años tras la muerte del dictador, como la socialista Blanca Pera Sarasúa, que murió a los 60 años también, pero en 1996.
Sin embargo, la primera mujer en ocupar la alcaldía no ha sido reivindicada nunca por ello, ni por su propio partido. Su nombre que dadado ligado a la época del pelotazo urbanístico de los noventa en Barakaldo, incluido el derribo del quiosco de La Rana en Herriko Plaza y la construcción de miles de viviendas con lemas y argumentos que repiten ahora los actuales políticos, con la alcaldesa Amaia del Campo a la cabeza.